A esta altura de febrero, los papás de niños chicos ya habrán recibido la cartita del jardín avisando de la reunión informativa, o de los horarios de la adaptación. Las góndolas del súper lo dejan claro y las tandas publicitarias no dan respiro entre mochilas, cuadernos y útiles escolares: COMIENZAN LAS CLASES.

Como mamá primeriza, con una niña que empezará el jardín el lunes próximo, en casa lo vivimos con una linda expectativa, algo de ansiedad por saber cómo será, si se adaptará y, por supuesto, muchas cuestiones se nos cruzan por la cabeza: ¿Le gustará el jardín? ¿Estará bien fuera de casa toda la mañana?

Sobre algunas de estas cosas estuve leyendo voces expertas y aquí comparto algunos tips que me parecieron de utilidad para las mamás que, como yo, sean primerizas en los jardines:

La adaptación al jardín es un PROCESO, con sus tiempos. Hay niños más rápidos y sociables, otros que demoran más. Es importante respetar esas diferencias y acompañarlos sin apurarlos. Incluso dos hermanos pueden tener adaptaciones bien distintas.

Es fundamental como madre/padre mostrar tranquilidad y seguridad al dejarlos en el jardín. Que ellos entiendan que estamos tranquilos con que se queden allí. Si estamos calmos y seguros, nuestros hijos lo estarán.

No prolongar las despedidas. Lo ideal es que el saludo sea breve y firme. Si dudamos o vacilamos al dejar al niño, este entenderá que no estamos tan seguros de dejarlo.

Puntualidad. Los niños se angustian al salir y no ver a nadie que lo haya ido a buscar.

Durante el primer tiempo no está de más permitirle al niño llevar al jardín algún juguete o algo de casa, que sea significativo para él. Esto le brindará seguridad, le traerá sentimientos lindos y un recuerdo de su ambiente familiar.

Siempre que esa posible, lo ideal es recorrer el jardín junto al niño, un tiempo antes, para familiarizarlo con el salón, el patio del recreo y el entorno que será su lugar todas las mañanas o todas las tardes.

Y por último, es ideal que los papás carguemos de emotividad positiva todo lo vinculado al jardín de infantes y al comienzo de clases. El modo que nuestro niño signifique esta primera institución educativa, influirá en cómo más adelante signifique la escuela y posteriormente el liceo.