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Pablo Fabregat: “Desde la primera noche que la tuve en brazos, mirándola, me di cuenta que no hay mujer que me derrita así de amor”.

Odia la cursilería pública, pero su hija le sacó a flote ese lado más sensible, aunque luego de esta entrevista admita que le “dé cosita” contar estas cosas. Probablemente por lo que puedan gastarlo sus amigos de Segunda Pelota, o incluso en Sonríe.

Pablito es un tipo esencialmente bueno, leal, buen compañero y gran amigo, y seguramente sea un gran papá. En el momento más importante de su vida, compartió unas líneas con Mamás Reales sobre sus primeras sensaciones desde la llegada de Carmela que llegó el pasado 27 de setiembre.

Aclaramos que no quiso mostrarla, pero les contamos que es muuuy, muy linda. Obviamente, salió a la mamá.

¿Siempre quisiste ser papá? ¿Te imaginabas siéndolo?

No sé si siempre, pero desde hace años, a poco de empezar el noviazgo con mi hoy esposa, la bromeada diciendo que teníamos que ser padres. Fueron siete años de novios y uno y poco de casados. Creo que pasamos por todos los escalones para llegar lo más preparados posible.

¿Cuál fue el mayor aprendizaje que tuviste durante el embarazo de tu esposa?

El mayor aprendizaje es que el proceso es mucho más arduo y complejo de lo que pensaba. Desde los controles, ecografías, pastillas, miedos, preparativos de cosas a llevar al sanatorio, del cuarto… Siempre falta algo y eso que se hacen largos los nueve meses.

¿Y el principal replanteo que te hiciste con la paternidad?

De si vale la pena vivir corriendo de un lado para el otro, cumpliendo obligaciones laborales en vez de estar más tiempo con ella en casa. Y aparte me da mucho temor de que mi estrés permanente afecte a la beba.

Contame del parto…sensaciones, ¡sentimientos sin filtro!

El parto y sus horas anteriores son como un viaje al espacio sin preparación previa. Porque aunque en las clases te dan información vital, en ese momento son tantas las sensaciones y emociones que es tal vez, lo más fuerte que haya vivido. Como pasamos de pensar que ingresaríamos el miércoles 28 para inducción a romper bolsa la noche anterior, tuvimos que agarrar los bolsos hechos (menos el mío, que hice en 5 minutos a las 4.45 am) y arrancar para La Española. A las 6 nos pasaron a una habitación de preparto y a las 11 nos dieron ingreso a la sala de nacer. De 11 a 14.55 que nació Carmela, fue como si hubieran sido 20 minutos.

A modo de resumen, de lo más impactante de ese momento es darte cuenta de lo bestial, salvaje y despegada que puede ser la fuerza de la mujer. Es increíble cómo alguien pudo haber dicho que son el sexo débil cuando ningún hombre soportaría el 10% de lo que ellas viven en esa instancia. Como en ningún momento me animé a mirar de los campos para el otro lado, cuando el ginecólogo y los otros anunciaron el «sale» y la ves por primera vez arriba de tu mujer; es una mezcla entre el shock, la emoción, la intriga de verle la cara por primera vez y la admiración de ver cómo tu esposa pudo lograrlo. Y tras el impacto de que haya salido y esté todo bien, escuchar y ver la salida de la placenta fue como una escena de ciencia ficción. Aunque te lo expliquen, hasta verlo, no es lo mismo.

¿Cómo han sido los primeros días?

Las dos primeras noches en el sanatorio fueron intensas. En casa durmió mejor y más ratos. Sorprende la cantidad de veces que orinan y defecan (al punto que ya marcharon sábanas y colchón por un orín que desbordó el cambiador) y que es un relojito… Pasa tres horas durmiendo, abre los ojos y a los dos minutos empieza a chillar pidiendo comida.

¿Cómo estás con la cambiada de pañal? ¿Y la levantada nocturna?

En las cambiadas asisto a la par y meto mano sin nervio. Es mucho más fácil de lo que creía. En cuanto a la levantada, he robado una de las tres levantadas de la noche, pero no por cerdo, sino porque no me entero!

Carmela… es la cosa más linda que vi en mi vida. Desde la primera noche que la tuve en brazos, mirándola, me di cuenta que no hay mujer, siquiera mi esposa, que me derrita así de amor.

Por Carolina Anastasiadis

 

 

JOHNSON. IMAGEN

1 comentario

  1. Tania says

    Que ternura!! Piel d pollo. Si había q arriesgar un nombre en 50 p esta nota, jamás se me habría ocurrido Pablo!
    Lo que puede un bb. Súper tierno.

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