«Padres organizados» en la vecina orilla, por la vuelta a clases
Hoy por hoy, no sé si somos conscientes de cómo nos está afectando la pandemia a nivel intrafamiliar. Seguramente, las consecuencias las veamos dentro de unos años, cuando los niños que hoy conviven muchas horas con adultos estresados, desesperados, con necesidades insatisfechas -económicas o de dispersión-, se tornen en mayores incapaces de dominar sus emociones y sean más reactivos que reflexivos. El hecho de permanecer horas y horas encerrados con nuestras familias, deteriora las relaciones y nos desordena un montón. Como padres, ya no contamos con ese rato para hacer las cosas tranquilos y además se nos suman tareas como la de hacer de maestros en un contexto muy difícil. Nuestra función, que es la de criar con amor y respeto -desde las neurociencias ya no hay dos opiniones sobre la importancia del buen clima familiar-, se ve obstaculizada permanentemente por un contexto que se ha vuelto dificilísimo. En este escenario, miramos hacia nuestro vecino país que ha cancelado la presencialidad escolar en abril –y por ahora no muestra señales de regresar-, luego de un …