Niños tranquilos y atentos como una rana
¿Alguna vez se descubrieron gritando a sus hijos para que ellos dejaran de gritar? Seguro somos varias quienes levantamos la mano. En el mejor de los casos, tomamos consciencia del hecho y sentimos vergüenza. La maternidad te obliga a mirarte en modo panóptico, a cuestionar tus propias acciones y hasta la forma de administrar tus emociones. No hay escuela en esto último y a veces se nos hace difícil vivir la emocionalidad tal cual nos gustaría verla en nuestros hijos. El estrés, la rutina ajetreada, las noches sin dormir, a veces nos saca reacciones que no elegimos. En esta búsqueda por encontrar calma emocional di con algo que empezaré a nivel personal en breve, y que hoy tiene varios programas adaptados a los pequeños: Mindfulness. Se trata de una herramienta que invita a auto-indagarse, a descubrir nuestros propios sentimientos y sensaciones, y ayuda a mirar con atención esos pequeños detalles que en el trajín diario se escapan y son, nada más ni nada menos, que las piezas con las que se arma el gran puzzle …