¡Más burbujas por favor!
Estamos cansados y deseamos llegar a casa a bañarnos. Estamos estresados y sabemos que un baño nos reparará. El momento del baño, de entrar en contacto con el agua, es especial, nos brinda bienestar, baja nuestro nivel de estrés. Si de adultos disfrutamos como niños cuando se da la posibilidad de tomar un baño por más de 10 minutos -a puerta cerrada y sin ojitos espías-, es de esperar que para los bebés, ese momento en el que entran al agua sea de una riqueza y placer increíbles. Antes de llegar a la “vida”, pasamos 9 meses en un medio líquido y, con seguridad, es por esa sensación de familiaridad con el agua, que sentimos calma cuando somos bebés y nuestra mamá nos sumerge en el bañito. A pesar de la diferencia de temperatura que al principio puede descolocar -y hacer llorar-, generalmente todos los bebés disfrutan de su baño. Y los padres, luego de perder el miedo a que se nos resbale cuando queremos pasarlo a la toalla, también. El momento del baño es …