Situación 1. Casa de Fede
En casa sucede algo curioso cada vez que los niños se quedan con su papá; cuando llego, al preguntarle cómo pasaron, siempre me dice: “divino; jugamos, nos divertimos, se bañaron solos, se vistieron, y ya están durmiendo…”. Palabras incomprensible para mi cabeza, que no da crédito y se cuestiona si seré yo o serán mis hijos los que se convierten conmigo.
Cuando pasa a la inversa y mi marido pregunta cómo pasamos, es más común escucharme decir: “no sé qué les pasa, por qué contestan así; irse a bañar es un parto, cenar es todo un tema, y por supuesto que de dormir ni hablamos.” En esta ocasión no voy hablar del estado del baño, de la cocina, de la ropa y del living, que también es diferente dependiendo con quién se queden los niños; pero sí voy a destacar el rol del papá en el hogar que muchas veces nos permite ver otro costado de nuestros hijos, más maduro, más autónomo, que no presta tanta atención al cómo (se visten, comen, o juegan) sino a que hagan las cosas por ellos mismos. Nosotras, en nuestra necesidad de control y de rápida ejecución, tendemos a ayudar a nuestros niños en todo, entorpeciendo muchas veces su desarrollo natural.
Situación 2. Casa de Caro
El viernes me fui a trabajar y las nenas quedaron con el papá. A media mañana recibí una foto de las dos, jugando como buenas hermanas, en el living, construyendo juntas una torre. A mi regreso, el papá muy copado me dice: “fue de las mañanas más lindas que tuve en el año”.
Esa tarde me di cuenta que tengo que “soltarlas” un poco y habilitar más al papá. Me había ido con cierta incertidumbre, a pesar de que como la mayoría de nosotras al salir, dejé previsto todo. Esa tarde también pensé que a veces las mamás nos quejamos y a la vez nos olvidamos de hacer mea culpa. En muchos casos, somos nosotras las que no permitimos que desplieguen su rol como de hecho, quisiéramos.
Viendo estos ejemplos, salta a la vista que en las nuevas familias, los padres ocupan roles distintos a los de nuestros papás que, probablemente, jamás cambiaron un pañal. La salida de la mujer de la casa y su desempeño por fuera del hogar, habilitó un lugar más amplio para ellos que ahora, se remangan en casa, limpian colas, construyen torres y son felices experimentando con crayolas.
Nos encanta que estas nuevas generaciones estén creciendo con padres presentes, totalmente comprometidos con la crianza de sus hijos, involucrados en las decisiones importantes y disfrutando de cerca verlos crecer. En vísperas de su día, desde Mamás Reales saludamos, aplaudimos y agradecemos el lugar que ellos ocupan en las familias de hoy… A todos ellos, ¡MUY FELIZ DÍA!
PD: También sabemos que los nuevos papás, lo digan o no, esperan un regalito.
Un dato: en Gap hay cosas divinas para ellos y desde hoy hay 20% off en la sección men!!
A mí también me pasa que Cronopio cuando se queda con su papá, todo es maravilla. Parece como si estando yo presente el hijo fuera un gremling al que,echan agua. Y si, los padres viste terrible a los hijos, con lo primero que encuentran. A mí es que me enoja, teniendo tanta ropa, solo atina a ponerle lo más feo, lo que tengo para que el hijo se ensucie,pero viendo que los dos la pasa de maravilla, mejor los acepto así. Saludos!!
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