Por lo general, tengo una mirada muy positiva del porvenir. Aunque predominen los discursos apocalípticos, que guardan cierto pesimismo y angustia sobre el futuro, en muchos aspectos siento que caminamos hacia una sociedad más tolerante, más empática, más consciente.

Cuando era chica, recuerdo que los adultos que me rodeaban no tenían consciencia alguna del cuidado de la Tierra, de la importancia de preservar el mundo más allá de nuestras cuatro paredes. Ya cuando estaba en Primaria, empezábamos a entender lo importante que era reutilizar, palabras como reciclaje se colaban en nuestro vocabulario, y se nos prendía una lamparita de alerta cuando las canillas quedaban abiertas, luego de que el agua se dejaba de necesitar.

Hoy mi hijo de 5 años ya viene con el discurso en la piel. Sus convicciones se sienten mucho más profundas que las mías -y seguro que las de mis papás-. Me obliga a separar residuos, a guardar hueveras de cartón, pilas para tirar en un tacho del cole especialmente dispuesto para eso, y está más pendiente de las plantas que yo.

Las nuevas generaciones experimentan una necesidad de salvaguardar el ambiente como nunca antes. Ojalá imitemos sus intentos por honrar lo que nos rodea; ojalá nuestros hijos nos impulsen a comprometernos más, porque nuestras acciones repercutirán en el mundo que les dejaremos, así como a nuestros nietos y a los que vendrán…

De la mano de la campaña GAP for Good, las invitamos a maternar también a nuestra Tierra. Conozcan esta movida de la marca que promueve el cuidado ambiental a partir de un método especial de lavado de prendas, que ahorra millones de litros de agua. Además se compromete para el 2021 a usar algodón únicamente proveniente de fuentes 100% sustentables. Desde Mamás Reales decimos #Clap #Clap