All posts tagged: embarazo

Mi cuarto puerperio

No sabía cómo iba a ser el parto. Solo tenía la certeza de que iba a ser bueno. No había planificado nada de qué hacer con mis hijos más grandes, sentía que de alguna forma todo se iba a acomodar al momento de que el bebé decidiera nacer. Confianza, sentía confianza en la vida, en el desencadenamiento inteligente de las situaciones, en que todo iba a estar bien. Y así fue. El día que me sentí un poco “rara” armé los bolsos y nos fuimos de casa avisándole a mis padres para que vengan a cuidar a los niños. No hubo un sobresalto. Un ratito antes de llegar al hospital me di cuenta que las contracciones eran las de parto y a los pocos minutos de estacionar, nacía mi bebé, en el primer pujo, acompañada de un grupo de enfermera, partera y médico que no pudo ser más amoroso conmigo y la situación. Las primeras horas fueron mágicas. Nos habíamos preparado para esa gran fusión emocional, sin paredes, piel con piel. El posparto es otra …

Mamá a los 40

El otro día en un cumple escuché que una mamá le decía a otra: “¿Y? ¿Estás para otro?”, a lo que la mamá 2, respondía: “¿Qué? ¿Estás loca? ¡Tengo 40! Empecé tarde, así que me quedé con uno solo… cosas de la vida”. Esta frase en relación a los 40 la vengo escuchando seguido. Parecería ser que a esta edad se termina la etapa de tener bebés, según los mandatos sociales de por acá nomás. Sin embargo, para mí, tener un bebé a los 40 significó un inmenso regalo. Una sorpresa. Una nueva forma de ser mamá. Una nueva manera de disfrutar. Siempre intenté escuchar mi corazón aunque el entorno diga otra cosa. A veces no es fácil, “mezclarse” forma parte de la ecuación de vivir en sociedad. Pero por lo general, logro cierta claridad. ¿Qué quiero yo? ¿Qué estoy necesitando? ¿Qué me gustaría? Este ejercicio suele estar presente en mis días. Así fue como decidí ser mamá por cuarta vez, a los 40. Por lo general, no me gusta pensar que hay determinadas edades para hacer las …

También para la ciencia, el amor sostiene la supervivencia

Desde hace tiempo, junto a Johnson & Johnson venimos conversando sobre «la pureza que inspira». Y lo seguimos haciendo, más cuando las investigaciones y estudios científicos lo prueban. Nuestra biología está hecha para que aún en momentos de desajustes mentales y hormonales -como sucede durante el puerperio- nos sintamos llamadas a responder con sensibilidad a ese bebé que con su pureza, nos inspira. Mi bebé tiene más de un mes y recién ahora empiezo a identificar el cansancio en el cuerpo, en los hombros pesados, en las ojeras marcadas y en las piernas flojas. Los días son largos y corren despacio. Aunque a veces todo se vuelve repentino; especialmente cuando mis otros hijos llegan de la escuela o de noche, cuando todo parece transcurrir lentamente pero en un abrir y cerrar de ojos, ya es de día. Últimamente no sé si duermo o no, a veces me despierto con el bebé al lado y no recuerdo si le di teta o si no comió en toda la noche. Otras veces me despierta su balbuceo que cada …

Del otro lado del estrés: la oxitocina

Esa sensación de que el mundo se detiene cuando tenemos a nuestro hijo en el pecho (y duerme); las ganas locas de estar al lado de la persona que amamos y la sensación de calma que emerge cuando finalmente se da el encuentro; el alivio que un niño siente cuando está desconsolado y la mamá lo abraza; todas esas son emociones vinculadas a la oxitocina, la famosa hormona del amor o del vínculo. Nuestro cuerpo las genera a roletes cuando nos convertimos en padres y esa secreción nos impulsa a sentir y decir sin tapujos, “que el amor hacia un hijo es inexplicable”. El cuerpo es una gran farmacia de hormonas y, si lo entendemos, podemos incluso favorecer la generación de algunas que nos hacen bien en momentos de estrés que es cuando más interrumpida se encuentra nuestra “fabricación” natural. En un tiempo en el que el contacto está más que nunca mediado por pantallas, nos pareció adecuado hablar del encuentro cara a cara y de los beneficios de esta hormona que se genera entre …

El embarazo, el parto y el posparto nos regalan una oportunidad, única

Tuvo que llegar mi cuarto embarazo para sentir por primera vez la enorme oportunidad que aparece en este estado para la vida de cualquier mujer. Seguramente, no es casualidad que entrando en mis 40, haya podido percibir estas sensaciones con mayor lucidez. Porque a estas edades una suele haber recorrido un largo camino de experiencias, y empieza a evaluar su vida con otros ojos, con otra consciencia, con una madurez renovada. Con el embarazo se me despertaron algunas cualidades de manera más profunda, como la intuición, el pensamiento global y creativo. Accedí a lugares de mi vida que en otras instancias no había podido llegar, a capas más inconscientes quizás. Desde la biología, este cambio en la esfera psicoemocional se explica a través de la gran producción de hormonas que se genera, que construyen el escenario perfecto para que el desarrollo del bebé se despliegue, para que el parto fisiológico se desencadene y facilita una introspección más aguda y sensible que en mi caso cobró vida de una forma particular esta cuarta vez. Durante el …