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Tejer el vínculo -femenino-

Hace poco tiempo, cuando empezamos a imaginar el diseño del logo de Mamás Reales, con Federica pensamos en dos cosas. Queríamos que tuviera colores vivos y alegres, y además que la base fuera en patchwork. Sabemos que este estilo ya no está de moda como hace algunos años atrás, pero nos interesaba su esencia sencilla, su espíritu “handmade”.

El pachwork me hace acordar a la manta tejida por una de mis abuelas, con retazos de telas distintas, con lanas de diferentes colores. Cada vez que uso esa manta me la imagino a ella tejiéndola, reunida con otras mujeres tejedoras, conversando de sus vidas, sus nietos, del tiempo. Porque estoy segura que no tejía sola, y que reunirse, conversar y compartir con otras mujeres mientras hacía zapatitos o bufandas para sus hijos o nietos, le hacía muy bien. Por todo eso, el patchwork para mí es calidez.

Curiosamente o casualmente, unos días antes que lanzáramos este blog, recibí una invitación al Museo de Artes Visuales para visitar la obra «Tejer el Manto», de la artista Florencia Flanagan. Algo sobre ella había leído años atrás por una entrevista radial. En ese entonces, me tocó escribir su presentación biográfica para la entrevista, y lo cierto es que comprendí racionalmente lo que Florencia quería significar con su manto de retazos de tela, pero emocionalmente aún estaba algo distante del sentido que le encuentro hoy en día.

Lo que estuvo en octubre en el Museo Nacional de Artes Visuales del Parque Rodó es un gran manto de unos 36 metros de largo, conformado por varios pequeños mantos (mandalas) individuales. Éstos son el resultado de dos años de trabajo en talleres, de los cuales participaron mujeres de diversas procedencias sociales, de distintas edades, orientaciones sexuales, creencias religiosas, convicciones filosóficas e ideas raciales. Ese gran manto es la síntesis de muchas experiencias, historias, “mochilas” personales, saberes, emociones, sentimientos y momentos de las mujeres que con sus manos y gusto dejaron allí plasmadas sus huellas en mandalas. Por eso hay de todo. Hay mandalas con estilos y colores “elegantes”, hay algunas que representan al ámbito rural, otras con plumas de colores más carnavalescas y las hay también bien simples, naifs. Como en el alma misma de cada mujer, hay gran variedad, por eso quien visite esta muestra encontrará en cada mandala algo que la identifique, que la lleve a algún lugar de su pasado o presente.

Florencia Flanagan dijo en alguna ocasión que “está demostrado científicamente que nuestras hormonas y nuestras células funcionan distinto cuando estamos juntas”. Yo confío que sí, estoy convencida que todas salimos mejor luego de reunirnos con amigas. Por eso me parece vital rescatar el valor del encuentro femenino, aun cuando hay familias, hijos, trabajos y quehaceres domésticos que atender. Hay que tejer el manto, la trama de las relaciones; nos hace bien tejer los vínculos. No hay manta que se cree en un solo día.

Nota: Si bien la exposición ya no se encuentra en el Museo Nacional de Artes Visuales, los domingos de noviembre a las 17 hs. allí mismo se proyecta el documental que cuenta cómo se armó esta obra y detalles interesantes que hay detrás de este trabajo.

Por Carolina Anastasiadis

1 comentario

  1. Raquel says

    Unas notas muy interesantes, para madres jovenes y para las que no siendolo, tenemos nietos, q es algo asi como una segunda msternidad. Bienvenidos este tipo de programas, absolutamente disfrutables, y q sigan tan bien inspiradas a la hora de planuficarlo. Gracias por darnos y compartir parte de uds. en sus papeles de mujetes-madres!!

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