Hay muchas cosas que hacen bien para el alma y me animo a decir que gran parte de ellas tienen que ver con volver a lo natural o con acercarnos a esas sensaciones que teníamos más presentes cuando éramos chicos.
Andar a caballo es una de ellas. ¿Quién no insistió una y mil veces a sus papás para poder dar un paseo en los ponys del Parque Rodó?…Ese era mi consuelo de niña urbana, ya sé, poca cosa para quienes se hayan criado afuera o hayan tenido la suerte de tener un campo. Aunque fuera por momentos escuetos, para mí, esos 5 minutos arriba del pony eran lo máximo.
Los griegos decían que hacía bien para mejorar el espíritu. Y doy fe, no por mis antecedentes helenos sino porque cada vez que me subo a un caballo, me bajo feliz. Luego de mucho tiempo, lo volví a experimentar hace unos pocos días en Piedra de Toro, un pensionado de caballos a pocos minutos del primer peaje.
Estuve allí para entrevistar a Claudia Tannus, una profesora de equinoterapia, amante de los caballos. Desde los 6 años practica equitación, fue jineta de alta competencia, entrenó caballos por más de 35 años, fue juez de adiestramiento ecuestre y es coach de jinetes de alta competencia. Además de todo eso, es psicóloga, estudió administración de empresas y trabajó en Recursos Humanos.
En el espacio de Mamás Reales en Buen Día Uruguay (Canal 4) hablamos con ella sobre los beneficios de la equinoterapia en las personas y en los niños en particular, sobre cómo es que estos animales nos devuelven una imagen de cómo estamos y algunos detalles más de esta terapia.
Apuntes de EQUINOTERAPIA…
- La equinoterapia es una terapia que complementa a otras. Tiene indicaciones precisas y contraindicaciones para cada situación particular.
- A nivel psicológico, la persona que practica equinoterapia logra una sensación de bienestar que repercute en su autoconfianza y autoestima.
- Mejora la coordinación y también sirve para trabajar la atención.
Por Carolina Anastasiadis