Hace unos días participé de una charla de El Arte de Vivir, en donde escuché algo que ahora observo con más consciencia en mi hija, y que va en línea con un concepto que hace tiempo me ronda en la cabeza. Con la socialización y en pos de nuestro “crecimiento”, muchas veces dejamos de lado nuestras virtudes más valiosas, tal vez esas que nos hacen más únicos: nuestro ser creativo.
Una de las cosas que comentó el joven orador argentino de El Arte de Vivir fue que tenemos que aprender a ser más como los niños para salir del estrés. El estado natural de los niños es la sonrisa y la energía “pro” hacer cosas, algo que se apaga solo momentáneamente cuando algo los mufa. Los niños nacen sin estrés y por eso naturalmente sonríen, viven de picardías y tienen esas adorables “salidas” que a los papás nos encanta contar y repetir entre familia y amigos. Ellos juegan para experimentar el mundo y lo disfrutan; los adultos (en su gran mayoría) creemos que ya lo conocemos entonces no nos animamos a seguir jugando y vivimos repitiendo fórmulas.
Comparto algo que comenta el argentino Estanislao Bachrach (biólogo molecular, estudioso de las Neurociencias) en su libro Ágilmente, basado en fundamentos científicos: “Si observamos a cualquier niño antes de los seis años, no podemos más que afirmar que somos creativos ya desde el nacimiento. Pero luego la escuela y la sociedad van pidiendo que dejemos de usar esos circuitos neuronales para enfocarnos principalmente en la lógica y el análisis. Estos últimos se convierten en nuestros patrones de pensamiento dominante.”
Por eso les propongo volver a jugar y sobre todo, como papás, a tratar de fomentar el juego en los más chicos, y perpetuarlo. El juego desarrolla y potencia la capacidad creativa que cada uno trae consigo; los únicos que lograrán transformaciones realmente trascendentes para la sociedad, para el mundo y en sus propias vidas son los seres creativos.
El mismo Bachrach -que trabaja con la creatividad en empresas- comenta que en realidad lo que hoy más se busca en las organizaciones es justamente lo que menos se enseña: la posibilidad de pensar alternativas a los problemas que el resto resuelve desde hace mucho tiempo de igual manera.
Con estos disparadores como punto de partida, entrevisté a la psicopedagoga Carina Gersberg para conocer los beneficios del juego en el desarrollo de la creatividad… y sobre la importancia de ésta para la vida infante -y adulta-.
¿Qué beneficios tiene el juego en el desarrollo de la creatividad y por qué creés que importa fomentarlo?
El juego es un recurso que se relaciona muy frecuentemente con la creatividad. Pero no cualquier tipo de juego, sino el juego creativo. Cuando hablamos de juegos creativos hablamos de juegos más libres, donde las reglas las inventa el niño, donde hay imaginación, experimentación. Es la búsqueda de alternativas la que estimula la creatividad. Los juegos creativos toman elementos del entorno del niño para transformarlos o vivirlos de otra forma. Tengamos en cuenta que una persona creativa es aquella que se anima a arriesgar, que no teme equivocarse, que elige caminos diferentes.
Fomentar la creatividad resulta sumamente importante en el desarrollo de la inteligencia y a su vez promueve el bienestar emocional.
¿Cómo puedo fomentar la creatividad en las distintas edades?
Desde los primeros meses de vida se puede fomentar la creatividad brindando un ambiente rico en estímulos. Es importante dar la oportunidad de acercarlos a distintos materiales y recursos. Con la música, el baile, los cuentos, las imágenes, se va desarrollando la atención y la capacidad de observación. Esto es lo que va a sentar las bases para la creatividad en el futuro.
En la edad preescolar es el momento de mayor explosión creativa. Los niños muestran muchos deseos de crear, y al no tener mayor miedo a la exposición o a equivocarse, son más arriesgados. En casa para estimular la imaginación se puede improvisar dramatizaciones caseras o diálogos con títeres. Dar uso a materiales cotidianos de forma no habitual, construir instrumentos u otros nuevos objetos con material de desecho. Visitar distintos lugares, parques, museos,…
En los grados escolares, habría que ayudarlos a utilizar sus conocimientos de forma creativa, permitirles tomar decisiones, argumentar, escuchar otros puntos de vista, visualizar alternativas… Como papás, evitar el juicio es importante. Esto es no juzgar las ideas como disparatadas o ilógicas, sino indagar cómo lo pensó. Detrás de una idea que nos puede parecer muy fantasiosa, podemos encontrar ideas brillantes.
¿Qué rol tiene el juego y la creatividad en la educación formal de hoy?
Esto varía de acuerdo a la institución educativa, pero en general, el juego tiene mucho protagonismo en los años iniciales de escolarización y va perdiendo lugar en los grados superiores, cuando aparecen las actividades más formarles. Esto también ocurre con el lugar que se le otorga a la creatividad en las aulas. En la medida que se planteen situaciones donde la respuesta ya está pensada y el papel del alumno es sólo descubrirla, no queda mucho lugar para crear. A su vez, si prestamos atención a la carga horaria que tienen las actividades como plástica, música o danza, comparado con los tiempos que se dedican a las tareas de lenguaje y matemática, veremos que la creatividad no ocupa un lugar de prioridad.
¿Qué juegos clásicos son adecuados para fomentar la creatividad?
Si pensamos en fomentar la creatividad de los niños, algo muy importante es estar atento a sus intereses y gustos. No se trata de llenarlos de estímulos sino acercarles aquellos que los motivan. Justamente en lo que nos motiva es que nos volvemos creativos. Si los intereses del niño están relacionados con juegos para crear a través del lenguaje, los cuentos son un recurso muy interesante porque abren un montón de posibilidades: inventar un final distinto, otros personajes, lugares nuevos donde pueda desarrollarse la historia. También las adivinanzas, los acertijos, o el clásico “veo veo”. Sobre todo pensemos en juegos que permitan explorar más de una solución y más de un punto de vista.
¿Hay niños con mayor potencial creativo o son creativos por naturaleza?
Todos los niños son creativos, es más, todas las personas lo somos. Sólo que algunos desarrollan más su creatividad. Esto es en general, porque tienen oportunidades de hacerlo. Un ambiente que favorece la creatividad es un ambiente que provee variedad de estímulos y es un ambiente poco estructurado, un lugar donde hay posibilidad de no hacer las cosas como todos la hacen.
¿Hay alguna actividad “liberadora” de la inhibición creativa?
Hay varias actitudes que bloquean la creatividad, pensamientos como el “no puedo”, “no sé hacerlo de otro modo”, “todos lo hacen así”, no permiten que aflore la creatividad. Pero esto puede liberarse de varias formas. Una muy importante es observar cómo lo hacen otros, no para copiarlo, pero se puede partir de la idea de otro y agregarle elementos propios. El trabajo con otros es fundamental, las grandes ideas surgen en equipo. Técnicas como la lluvia de ideas, el dibujar soluciones o realizar mapas mentales son excelentes recursos para crear.
Por Carolina Anastasiadis