Nadie sabe cuándo va a llegar el amor verdadero, lo cierto es que cuando llega, no existen dudas al respecto. Podemos cuestionarnos al principio y sentir miedo de jugarnos de lleno por vivencias pasadas, pero una vez que decidimos tirarnos al agua, las horas fluyen con naturalidad como solo sucede cuando la perfección se manifiesta: dos personas que están con quien deben estar.
La mayoría de las personas quieren formar una familia, encontrar el amor, y caminar al lado de esa «alma gemela». Pero no todos logran encontrar la pieza que encaja maravillosamente bien; para que esto se logre las dos almas tienen que preocuparse por su individualidad primero, para aprender a estar felices por el mero hecho de vivir, sin depender de nadie ni de nada. Solo encontrando la riqueza adentro de uno se estará sano para compartir y disfrutar la vida con el otro; que no es la otra mitad de la naranja, sino que es otra naranja, igual de perfecta, que quiere caminar a tu lado.
Tengo la suerte de decir que yo encontré la magia; después de algunas decepciones y tropiezos que me hicieron crecer, me crucé con el amor de mi vida. Como mucha gente, yo también había desestimado esa idea del amor para siempre, del correspondido, del verdadero. Sin embargo, la vida me demostró que existe una persona que se ajusta a la otra por sobre las demás.
Soy consciente que no todos tienen mi tesoro. Sé que la vida me premió con el mayor hallazgo de todos: haber encontrado lo que Dios tenía guardado para mí.
Hoy, a horitas del parto de mi segundo hijo, me siento más feliz que nunca. Mi «alma gemela» ya no es solo el mejor compañero de ruta que pude haber elegido, sino que se ha transformado en un padre sin igual.
Para terminar les dejo unas palabras de la Madre Teresa de Calcuta, que tienen que ver con mi gran hallazgo:
«Hay personas que tienen pareja pero se sienten tan solas y vacías como si no las tuvieran.
Hay otras que por no esperar deciden caminar al lado de alguien equivocado y en su egoísmo, no permiten que ese alguien se aleje aún sabiendo que no le hace feliz.
Hay personas que sostienen matrimonios o noviazgos ya destruidos, por el simple hecho de pensar que estar solos es difícil e inaceptable.
Hay personas que deciden ocupar un segundo lugar tratando de llegar al primero, pero ese viaje es duro, incómodo y nos llena de dolor y abandono.
Pero hay otras personas que están solas y viven y brillan y se entregan a la vida de la mejor manera. Personas que no se apagan, al contrario, cada día se encienden más y más. Personas que aprenden a disfrutar de la soledad porque las ayuda a acercarse a si mismas, a crecer y a fortalecer su interior.
Esas personas son las que un día sin saber el momento exacto ni el por qué se encuentran al lado del que las ama con verdadero amor y se enamoran de una forma maravillosa.»
Teresa de Calcuta
Por Federica Cash
buenisimo!!! 100% de acuerdo!
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