Hace unos meses llegó a mí un libro sobre Mindfulness, una herramienta de meditación sobre la que había investigado tiempo antes para otra nota, pero que últimamente venía resonando y siendo reiterada como método para “bajar revoluciones” por varias personas, de esas dignas de admiración.
El libro era Full Stop, del uruguayo Silvio Raij. Lo entrevisté para Revista LARA –revista del Punta Carretas Shopping- y como me pareció de buen valor para las mamás-trabajadoras-pasadas-de-rosca-, creí adecuado compartir parte de la nota en Mamás Reales. Porque la maternidad no solo te mueve el piso, el esqueleto y hasta la psiquis, sino que exige que nos superemos a diario en el arte de aprender a hacer malabares con el tiempo.
Por eso, si sos una mujer comprometida en la vida, que se esfuerza por ser buena en lo profesional y la mejor mamá –que puedes ser-, esta nota es para vos, para animarte y darte otra visión sobre cómo manejar el tiempo. A veces, una pausa que nos oxigene, aunque nos detenga durante unos minutos y nos aleje de los quehaceres, nos ayuda a sacar lo mejor de nosotras mismas.
Aquí parte de la nota con Silvio Raij…
En presente con Silvio Raij
Trabajó durante años como diseñador gráfico hasta que se dio cuenta que lo que más lo enriquecían eran las relaciones humanas. En su búsqueda dio con el coaching, el mindfulness y la meditación. Viajó diez veces a la India y parte de lo recogido en ese camino interior sobre la importancia de la pausa, lo vuelca en su último libro: Full Stop.
¿Qué fue lo primero que estudiaste?
Trabajé durante muchos años como diseñador gráfico y productor multimedia, y daba clases de diseño en la ORT. Mi padre y mi hermano son arquitectos y mi madre es una diseñadora de modas muy conocida, Susana Bernik. No obstante, siempre estuve en una búsqueda de encontrar el sentido a mi vida, el propósito de mi existir y razón de ser en este mundo. Esta búsqueda me llevó en el año 1998 a encontrar una universidad espiritual llamada Brahma Kumaris donde pude especializarme en temas de calidad de vida. Ahí aprendí a mejorar la autoestima, a pensar en positivo, a manejar el estrés y, más que nada, el arte de la meditación. Desde ese entonces he viajado más de diez veces a la India donde me pude especializar en la meditación para conocerme más a mí mismo.
¿Cómo te diste cuenta que tu pasión eran las “relaciones humanas”?
Todo se fue dando de manera natural. Cuando daba clases de diseño sentía que disfrutaba mucho más de la interacción con las personas que con la computadora y paralelamente comencé a dar cursos de calidad de vida y me sentía muy bien parado frente al público transmitiendo lo que había aprendido. Era como un ida y vuelta en el que sentía que yo aprendía tanto o más de lo que enseñaba. Hoy siento que las relaciones humanas es lo único que nos llevamos de esta vida, todo lo demás queda, pero los sentimientos que se generan en nuestras relaciones diarias, el amor y la alegría del compartir, quedan impresos en el corazón. Una vida sin relaciones sanas es una vida sin sustancia, como un río que ha quedado estancado y ha perdido su fluir y su frescura.
¿Qué te llevó a visitar la India y qué encontraste allí?
La oportunidad de viajar a India ha sido una experiencia extraordinaria y cada viaje ha sido una aventura interna diferente. Estar durante todo un mes dedicado a estudiar y experimentar el viaje al interior del ser, me llevó a conocer mis necesidades reales, mis fortalezas y debilidades, mis recursos internos y más que nada lo valores y principios que guían mi vida. Esto me ha servido para tomar con facilidad todas las decisiones de vida que se me han presentado. Ahora que conozco qué es lo que de verdad valoro, puedo optar por aquello que me va a beneficiar a mí y a otros, ahora me es fácil elegir.
¿Cómo llegaste a la meditación?
Quise darle una oportunidad en mi vida y una vez que la experimenté no la he dejado jamás. Es una forma sencilla y natural para hacer emerger nuestras cualidades innatas como la paz, el amor, la felicidad, el poder interno y la libertad, y vivirlas en nuestras relaciones diarias. Yo creo que todos sabemos meditar de manera natural desde que éramos muy jóvenes y por alguna razón lo olvidamos a medida que crecemos. Muchas veces he tenido niños en mis clases y ellos lo hacen mejor que yo. Yo creo que la velocidad a la que vivimos hoy y todas las consecuencias físicas y mentales que esto trae, ha hecho que la sociedad esté re descubriendo la meditación y sus beneficios como una forma de seguir haciendo todo lo que la vida nos demanda pero sin perder nuestra paz.
Sos Coach e instructor de Mindfulness. Con ambos métodos estás en contacto con las personas y sus búsquedas más profundas. ¿Qué has descubierto en estos años de trabajo?
Ambas disciplinas se complementan maravillosamente. Como Coach acompaño a las personas a que nazca lo que tiene que nacer en su interior para poder avanzar y concretar su sueños, y la meditación es una manera de tocar esos sueños con su mente y hacerlos realidad. Prácticamente, todas las personas que llegan a mi consulta terminan adoptando la meditación como una forma de sostener sus logros y realizaciones. Una de las cosas que he descubierto en todos estos años es que las personas vienen con el planteo de problemas relacionados a su vida personal o profesional que en un 99% de los casos tiene una raíz más profunda. Todos sus temas se relacionan con que no se conocen a sí mismas o no encuentran el verdadero sentido de sus vidas. Una vez que encuentran esta respuesta, la mayoría de sus problemas dejan de ser tales.
¿Para qué sirve hacer un “full Stop”?
El Full Stop es poder encontrar momentos para frenar y parar, durante el día. En el mundo, hay un grupo cada día más grande de personas que se están dando cuenta que no es saludable vivir corriendo, que es necesario hacer un gran cambio y volver a nuestros ritmos naturales de existencia para estar en sintonía con la naturaleza. Los últimos estudios científicos sugieren programar pausas en nuestro día para mejorar nuestro desempeño físico y laboral, y poder disfrutar la vida con mucha más tranquilidad. Para los deportistas se ha probado que ejercicios cortos e intensos derivan en un mejor entrenamiento. Los ejercicios intensos producen la misma salud cardiovascular que los ejercicios aeróbicos más largos. Y esto es aplicable a cualquier ocupación que tengamos: cocinar, caminar, viajar, hacer el amor, etc. Si a esto le sumamos una buena priorización de actividades y además intentamos disfrutar de lo que hacemos, este puede ser un muy buen comienzo para transformar nuestra vida.
¿A quiénes recomendás leer tu libro?
Este libro está dedicado a todos aquellos interesados en la búsqueda sincera de un sentido de paz y bienestar interior. A los que necesiten parar y disminuir su grado de ansiedad y estrés. A aquellos que estén buscando llenar sus vacíos existenciales y devolverle el sentido a sus vidas. Pero también, a los que sientan el llamado interior de transformarse y ser agentes de cambio para inspirar a los que viven a su alrededor.
¿Un ejercicio de Full Stop que recomiendes a todos?
Es un ejercicio sencillo y básico que nos tomará menos de un minuto. Y si lo repetimos durante el día, puede ser de gran beneficio para centrarnos, relajarnos y recuperar energía.
En este momento deja de hacer lo que estés haciendo y date unos segundos para hacer una pausa, frenar y parar: Observa tu cuerpo y tu mente… Hazte consciente de cómo te sientes… Suelta cualquier tensión que sientas… Observa el ritmo de tu respiración… ésta ocurre en el momento presente… Tus preocupaciones pertenecen al futuro… Pon un punto final a tus tensiones… Disfruta del aquí y ahora…
Por Carolina Anastasiadis