Entrevistas
Comment 1

Duérmete niño, duérmete ¡ya!

Sin hijos, todos pasamos alguna noche sin dormir; seguro hemos ido a estudiar o a trabajar con pocas horas de sueño, tras alguna salida que se extendió más de la cuenta. Sin hijos, te das esos lujitos de pasarte de la hora, porque sabés que el descanso llega. Aunque tengas semanas complicadas de trabajo y actividades, siempre está allá adelante ese viernes que tras apagar la pc, puedas irte tranquilo a descansar el fin de semana. El descanso llega… más tarde o más temprano.

Cuando tenés un hijo, esa certeza desaparece. De hecho la palabra “descanso” es un término que –al igual que “vacaciones”- empezás a resignificar. Si sos una mamá con mucha suerte, dormirás en la  noche. Con un poco menos de suerte, los primeros meses dormirás un poco de noche y otro poco de día. Pero también te puede pasar que te toque un niño imbatible al sueño. Un niño difícil, por no decir IMPOSIBLE. Porque eso también sucede.

Tengo amigas con hijos que hace más de dos años no pegan un ojo y doy fe que entregarían su cuenta bancaria, la del marido y un adelanto de su herencia, a cambio de una noche de 8 horas de sueño.

Entre esas amigas con hijos “difíciles” de dormir, alguna leyó y aplicó con distintos grados de rigidez un libro que es la biblia de algunos papás y casi un llamado a Satán para otros: el Duérmete Niño, del Dr. Estivill.

En Mamás Reales no tomamos partido respecto a este método, pero nos pareció interesante escuchar las campanas de uno y otro lado.  Aquí les presentamos la experiencia de Mery (¡si será polémico el tema, que prefirió no poner su nombre completo para evitarse un escrache anti Dr.Estivill en la puerta de su casa!). Ella es una mamá que se manejó bárbaro con el sueño de su primer hijo, pero que se sintió descolocada –además de agotada- con el sueño del segundo y decidió aplicar el método del libro Duérmete Niño. Acá les contamos cómo le fue.

¿Qué idea tenías del Duérmete Niño antes de aplicarlo?

Tenía algunos ejemplos de amigas y conocidas a quienes les había funcionado al 100%. Nunca escuché a nadie cercano decir que lo aplicó y no le funcionó. Hablé con mi pediatra y estuvo de acuerdo en que probara. Leí el libro con mi marido y lo conversamos juntos para darnos ánimo y aplicarlo al pie de la letra, ya que también tenía cuentos de que si no se aplica tal cual, no solo no funciona sino que puede ser contraproducente.

¿Por qué decidiste con tu segundo hijo aplicarlo? ¿Cuál fue el detonante?

Con el primero no lo apliqué porque dormía toda la noche y nunca se despertaba. El segundo, en cambio, nunca durmió. Se despertaba 10-15 veces por noche, lo llevaba a mi cama y tampoco dormía. Sabía que no era hambre, porque siempre fue de buen comer. Probé TODO antes de aplicar el Duérmete Niño porque, a priori, me parecía cruel para el bebé.

Además, mi hijo estaba tan cansado que de día estaba de malhumor, con ojeras, se empezó a resfriar más porque no descansaba bien, y siempre estaba con sueño.

¿Lo aplicaste a rajatabla?

La primera vez que lo hicimos no fue a rajatabla y no funcionó. Y la segunda vez que probamos, cuando ya habían pasado tres meses más sin dormir, lo hicimos a rajatabla y funcionó.

Contanos tres o cuatro pilares del método que te parezcan fundamentales, o sea, la base por lo cual fue efectivo para vos.

Para mí lo más importante es mantenerte calmada y hablarle con dulzura, y no “quebrarse” ni ponerse nerviosa o triste cuando acostás al bebé, o cuando llora y le vas hablar.

Otro punto muy importante y que hay q respetar a rajatabla es el tiempo de espera entre llanto y llanto, y llevarlo a cabo en la siesta también, no solo de noche.

¿Te diste cuenta qué hacías mal?

En el primer intento que lo hice mal no esperaba el tiempo suficiente para ir a verlo, ya que es muy duro controlarse. No es nada fácil escuchar a tu bebé llorar y no ir a abrazarlo y consolarlo. Por suerte, en el segundo intento, con mi marido estábamos muy concientizados y seguros; nos dábamos ánimo el uno al otro cuando estábamos por “quebrar”.

¿Cuánto te llevó mejorar el sueño de tu hijo?

Tal cual dice el libro, en 4 días el bebé empezó a dormir toda la noche sin despertarse. O se despierta pero vuelve a dormirse solito. Los dos primeros días son los peores, después enseguida empieza a conciliar el sueño y a despertarse muy poco. Ahora duerme toda la noche, de día está más contento y  se enferma mucho menos.

¿Lo recomendás a otras mamás? ¿Creés que es para todas?

Lo recomiendo  a quienes me parecen que pueden hacerlo. No es para todo el mundo ya que entiendo que hay muchas mamás que sienten que está mal y lo respeto. Pero también entiendo que no dormir es malo para la salud de la mamá, del papá, de la pareja y hasta de mi primer hijo. Yo dormí con mi hijo hasta los 4 meses que lo cambié de cuarto, pero respeto a quienes lo hacen hasta el año o dos años. Tal vez no sea el método adecuado para estas mamás.

¿Qué te dicen o comentan tu círculo más cercano sobre lo que hiciste?

La mayoría de mis amigas y familia al ver el cambio positivo de mi bebé y de nosotros (padres), lo aprobaron. Obvio que siempre hay algunas amigas y conocidas que lo desaprueban y me lo hicieron saber pero siempre con tolerancia y respeto.

Por C. Anastasiadis

1 comentario

  1. Maria says

    Nosotros lo hicimos con nuestros tres hijos, sin contar tiempos exactos, cada uno duerme en su cama feliz, se acuestan a leer y se duermen tranquilos y nosotros pasamos buenas noches, porque ya es pesado el tema con tres niños chiquitos de día, sería muy duro si la noche no para. Si se despiertan se vuelven a dormir solos, superaron con facilidad el tema de las pesadillas.

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s