En la última revista Galería además de “saber hablar con fluidez al menos una lengua autóctona de Asia”, “ir a los estrenos de ballet con tu abuela” o “ser diseñador de vidrieras”, agregaría en los “De Más” DECORAR EL CUARTO DE TU HIJO / HIJA CON LOS DIBUJOS DE LINDA WALL STICKERS.
Estas pegatinas tiernas, llenas de color y dulzura, invitan a los niños a mundos diferentes donde la imaginación es la principal herramienta de interpretación. Si todavía no conocés estos stickers te invitamos a que lo hagas a través de la charla que mantuvimos con Agustina Boni, creadora de todo esto y quien traza cada dibujo.
Agustina tiene 39 años, es casada y tiene una hija de 2 años, Emilia. Durante 15 años trabajó como diseñadora gráfica en agencias de publicidad, y hace 3 años emprendió el viaje de tener su propio “Kiosco”, el de Linda Wall. Lo que sigue a continuación, es una entrevista a la protagonista, para conocer sobre su vida y sobre los diseños que revolucionan las paredes de los más chicos.
¿Cómo surge Linda Wall Stickers?
Un día Cali, una amiga me pidió un dibujo para poner en la cabecera de la cama de su hija, como era demasiado grande para encuadrarlo se me ocurrió imprimirlo en vinilo. Así nace Linda Wall Stickers. Como en ese momento estaba yendo a clases de dibujo, tenía varios bocetos hechos, entonces decidí hacer una prueba y ver si por lo menos los vendía en mi familia. Hice muchos testeos con mis sobrinos, mis compañeros de trabajo, amigos, familiares, no se salvó nadie.
A los pocos meses otra amiga, me pide para decorar una mutualista ya que ella trabajaba en una agencia, y eso me motivó para presentarme al Hospital Británico y ofrecer mis dibujos. Decorar allí fue el fuerte puntapié inicial.
¿Cuándo decidiste dedicarte 100% a tu emprendimiento?
El año pasado hubo recortes en mi antiguo trabajo y entré “dentro de la bolsa”, o sea que fue a la fuerza. Ahí me dije: “es ahora o nunca”. Y me lancé. A veces estos sacudones te sirven para salir de tu zona de confort y apostar a lo que realmente querés. Creo ciegamente en las señales que te de la vida.
¿Qué tuvo que ver la llegada de la maternidad a tu vida en todo esto?
Cuando Emi llegó, “Linda” ya existía. Tuve que aprender a lidiar con dos trabajos y ser madre primeriza a la vez, ¡socorro, en serio! Por suerte Agustín, mi marido, siempre está para ayudarme cuando me desbordo.
¿Por qué te gusta dibujar para niños?
Siempre me encantó el diseño infantil, tengo la suerte que al ser diseñadora gráfica puedo conjugar las dos cosas, las ilustraciones con el diseño.
¿Cuál fue y es el desafío mayor de tener tu propia empresa y abandonar las «8 horas”?
Que sea rentable. Me encanta tener mi empresa pero tengo que ser realista, no es un hobby, es mi sustento y los números tienen que cerrar. También pensar en nuevos modelos y productos que gusten es desafiante.
Es muy halagador cuando una madre que quiere decorar el dormitorio de su hijo o hacer un regalo, con todo el amor que eso implica, me tiene en cuenta. ¡Las “8 horas” no las abandoné para nada! siguen firmes y pueden llegar a ser más; contestar una pregunta a las 20 hrs. mientras le doy de comer a la gordi, postear algo, responder un mail a las 22 hrs., como dibujar un domingo, forman parte de mi día a día. Con tu propia empresa te administrás el tiempo de otra manera.
¿Cómo trabajás? ¿Te hacen pedidos particulares o tenés un catálogo con diferentes dibujos?
Tengo una oficina fuera de casa (fundamental salir y no trabajar de pijama y pantuflas) y ahí trabajo como en cualquier empleo, en la mañana y la tarde, respeto una rutina bien definida. Vendo por catálogo y también por pedido, a través de mi página web -Lindawall.uy-, etsy.com, Facebook e Instagram, con el nombre de Linda Wall Stickers. ¡Las redes son clave en mi negocio y mi conexión con el mundo!
En base a tu experiencia, ¿qué les gusta más a los niños?
Mmmmm, hay de todo. Animalitos y ramitas rinden mucho, y para los más grandes un alfabeto o pizarrón.
¿Cómo evaluás el primer año de Linda Wall?
Estoy muy contenta, es muy positivo todo. Las ventas aumentaron, estoy pudiendo hacer más modelos y productos sin necesidad de quedarme despierta hasta las mil. Es un trabajo de hormiguita, nada es de un día para el otro, en esto se necesita mucha perseverancia, paciencia y tocar muuuuuuuuchas puertas. La gratificación de ver a tu emprendimiento funcionar es infinita.
Por Federica Cash
Ahhhhhh! Emotion!
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