Hace tres años y medio que no duermo 8 horas de un tirón. Lo saben. O por lo menos lo sospechan, porque vengo un poco obsesiva con el tema. Y es que dormir es TODO. Y te das cuenta cuando no podés hacerlo de la manera en que se debe: en tu cama y durante más de 6 horas de corrido. Dormir es un derecho humano que se interrumpe con la maternidad, tal vez porque las mamás somos un poco sobre-humanas; díganme si no. Lo comprobé cuando haciendo memoria caí en que hace también tres años y medio que no me enfermo. “Mamá está en cama” es una gran falacia porque mamá, no solo no se enferma sino que ni enferma iría a la cama. A ver si nos entendemos: “Mamá” y “colchón” son palabras disociadas.
En algún momento de este periplo, pensé que me volvería loca. Imposible que más de 900 noches (¿se dan cuenta?) de sueño cortado, pasen sin secuelas. Perdí memoria (por lo menos atribuyo a eso mis despistes cotidianos) y mi nivel de irritabilidad llegó a la línea más pobre que se puedan imaginar (pregúntenle a mi marido).
Pasado el tiempo de lactancia con noches y días fragmentados en lapsos de a 3 horas, superada la cortada de dientes de mi primogénita que sacó el primero luego de haber dejado la teta (un poco como para seguir despertándose y despertándome cuando la alimentación dejó de ser el motivo), llegó el embarazo de Francisca y otra nueva gran revolución nocturna me tuvo durmiendo durante 9 meses en un sillón, trabajo de parto incluido. De a poco entendí que hay un momento en la vida en el cual una duerme como puede y no como quiere. Hay que manejarse.
Llegó la segunda y el tema fue “coordinar” los sueños de ambas. La chiquita, naturalmente se despertaba para la teta. La grande,…por celos. Y así empezó a ser la rutina de las noches en casa:
01:00 a.m teta Fran;
03:00 a.m me voy al sillón con Alfonsina antes que despierte de un grito a la beba,
04:00 a.m segunda teta Fran (vuelvo a la cama grande);
04:35 a.m regreso al sillón porque Alfonsina se pone a llorar horrible y quiere “solo mamá; sin Fran”;
07:00 a.m teta y levantada. “Ya es de día mamá”…
Tras tanto reiterar esta serie de ejercicios, comencé a sentirme una especie de girl-scout. Siempre lista. Cualquier ruidito me tenía despierta, parada y pronta para salir –en pantuflas-. Llegué a pensar que dormir era algo accesorio; cosa de unos pocos privilegiados.
Un par de noches me hice la fuerte, le dije a Alfonsina que mamá dormía en su cama. Terminó durmiendo ella en el piso (alguna vez con un pequeño colchón, otras en el piso, a secas), al lado de la cama grande. También subió y cuando la beba se sumó, transitamos por la etapa “¿y si cambiamos el colchón por una King?” En consenso con el padre decidimos no hacerlo para lograr sacar a las nenas del dormitorio antes de los 15 años.
Hay algo cuasi científico en la vida de las familias y es que por un tiempo no definido nadie duerme en sus camas. Me lo confirmó el pediatra cuando le fui horrorizada con el cuento y me dijo: “señora, ayer en mi cama éramos 5”. Ni pregunté. Tampoco es que sea mal pensada. Gracias a él me sentí un poquitito más humana, a pesar de haber perdido momentáneamente mi derecho a dormir.
La semana pasada Francisca, la beba, cumplió su primer año. Alfonsina ya pasa largo los 3 y las cosas empiezan a acomodarse. Pero la vida tiene un timming perfecto para que le sigamos probando que las mamás somos un poco sobre-humanas y, otro nuevo sacudón llegó a la familia: tocó MU-DAN-ZA. ¡Ohhh!! ¡¡OOOHH!!
…
Camiones, valijas, orden, limpieza, cajas, papeles, polvo…y gran sacudón mediante…mágicamente, en la casa nueva, las niñas empezaron a dormir. Se los digo bajito. No sea cosa que las despierte.
Por Carolina Anastasiadis
Muy bueno el artículo Carolina!!! Es así tal cual! A mí me pasó igual a vos, tengo 1 hijo de 3 años y una beba de 13 meses, lastima que no pude lactar mucho tiempo. Pero es cierto que desde el 2013 no duermo, hay veces que parece que me voy a morir del cansancio y la irritabilidad es algo que no podes manejar.
Me mudé cuando el primero tenía 1 año y aquello fue un caos…😂😂😂😂.
Pero ahora parece que empiezan a dormir y no podes creer, aunque cuando la beba se agarra tos, para mí es lo mismo que una catástrofe porque vuelve a no dormir…
Igual, lo volvería a elegir tenerlos😍😍😍.
Suerte en tu maternidad y éxitos en el blog!😉😉😉
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Genial!! Muchas gracias Carolina!
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Ja ja es muy cierto todo tu vivencia. Pero lamento contarte que esto no termina acá. Si de a poco todo va tomando su lugar, pero vas a dormir muy poco. Veras por diferentes razones las niñas tendrán sueño, estarán cansadas, ansiosas, tendrán miedos o lo que sea y se sentirán más seguras en la cama grande. Y verás con el tiempo terminas durmiendo en un pequeño lugar de tu cama o en la cama de ellas esperando que el despertador nunca suene. Y es así ,pero lo bueno es que aunque no duermamos mucho sabemos que es por una muy buena causa. .. nuestros hijos. Leticia feliz Mamá de Lara 9 años y de Isabella de.6 años.
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La gran mayoría d las veces (esta es una) termino lagrimeando cuando leo el blog. Digo Ay! Pobre ….. Y me vienen mis experiencias dl día s día y ahí….. Llanto:) . Mis niños tienen 4y6 y leer sus anécdotas me hace sentir q no es sólo a una q le pasa, y sonará egoísta pero q alivio saber q alguien más pasa x lo mismo q vos. Besos
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