De chica viví en el campo y no era consciente de lo que eso significaba. Me había “tocado” una vida al aire libre, rodeada de naturaleza. Como ya les he contado, hoy vivo en el campo por elección. Porque ahora -de grande- sí soy consciente de los innumerables beneficios que tiene rodearse de verde; bondades no solo para el bienestar y crecimiento sano de los niños sino también para la calidad de vida de los papás.
Hoy los caballos forman parte del día a día de mi hijo de cuatro años. Cada vez que vuelve del colegio, pide que le tengamos ensillado el tordillo o la tubiana, y sale, se divierte, aprende, interactúa. Cada día que pasa lo veo más seguro en su vínculo con estos animales, y por ende en su relación con los demás.
Es que el caballo es poderoso, es capaz de captar nuestro estado de ánimo y puede ser un buen espejo para ver cómo nos sentimos. Si uno está inseguro y nervioso, de alguna manera este animal lo va a manifestar, y si uno está tranquilo y en “su eje” todo va a fluir.
Así que si alguna vez pensaron en incentivar a sus hijos a que entren en contacto con caballos -y así generarles una experiencia única e inolvidable para el resto de la vida-, no se pierdan esta entrevista a Valeria Ariza, entrenadora y profesora de equitación, que cuenta “los poderes” de este bello animal…
¿Qué beneficios tienen los niños que se vinculan con caballos?
Los niños que se vinculan con caballos disfrutan de todas las bondades de una actividad al aire libre: gastan energía física, experimentan los estímulos ambientales, vivencian el mundo a través de la naturaleza y se conectan con un ser vivo único y maravilloso.
¿Qué características tiene este animal que lo hace «especial»?
Los caballos son animales que por su tamaño, belleza y fuerza impresionan a cualquier ser humano sin importar la edad. Es un animal de manada con un instinto sociable que nos permite vincularnos a tal punto de formar junto a ellos un equipo, pero para lograrlo, primero debemos aprender sobre sus instintos y comportamientos, comprenderlos para lograr que nos acepte. Una vez que logramos vincularnos, nos hacen sentir especiales.
¿Para qué niños en particular el caballo puede ser muy beneficioso?
¡Para todos! Los niños inteligentes (sobre todo emocionalmente) y perseverantes, son muy exitosos en su vínculo con los caballos, esto eleva su autoestima y autoconfianza al descubrir una habilidad que no es frecuente en otros niños. Además desarrollan su sensibilidad al profundizar la relación. Para los niños retraídos, tímidos y con poca confianza en sí mismos, el caballo funciona como un canal para expresarse. Por otra parte, al lograr sus primeros objetivos estos niños elevan su confianza, lo que retroalimenta el proceso. Los niños con problemas de concentración, trastornos del aprendizaje y dificultad para el autocontrol encuentran en ellos un modo de estimular el foco, una nueva forma de aprendizaje «natural» y una necesidad de autocontrolarse para poder vincularse con el caballo. El único requisito esencial es que al niño le gusten los caballos.
¿Cómo se introduce por primera vez este animal a un niño?
De forma paulatina y según cada niño. El caballo por su tamaño puede generar temor al principio. Las primeras sesiones de presentación deben tener como objetivo únicamente establecer la confianza. Para eso existen dinámicas específicas de acercamiento al caballo que los profesionales con experiencia conocen y utilizan para que cualquier niño se anime no solo a tocarlos sino también a montar.
¿Qué herramientas son necesarias para tener un acercamiento exitoso?
Lo fundamental es un caballo adecuado para la actividad: maduro, de temperamento tranquilo, manso. Y un profesional con experiencia, capaz de manejar cualquier situación para que sea una experiencia positiva para el chico y también para el caballo; solo así el animal estará disponible para el trabajo.
¿Cómo se puede prevenir accidentes?
Montar y pasar tiempo entre caballos implica un gran riesgo: son animales que reaccionan según su instinto en una fracción de segundo. La experiencia y conocimiento del profesional a cargo es directamente proporcional a la capacidad de prevenir situaciones riesgosas para los chicos. Es necesario invertir tiempo en chequear opciones: averiguar credenciales, referencias y experiencia del centro ecuestre y sus profesionales. Y luego tener confianza en el criterio de la persona que elegimos.
Y por último, ¿hasta dónde puede llegar un vínculo entre caballo y niño? ¿Qué tan cercano puede ser?
Es muy emocionante ser testigo del vínculo que puede lograr tener un niño con un caballo, puede ser tan cercano que para el niño se transforma en una prioridad el ver y hacerse cargo del bienestar del animal, y he sido testigo de caballos que si «su niño» no lo visita se deprime al punto de no alimentarse correctamente. Son animales realmente sensibles: caballos y niños.
Por Federica Cash