Viviendo en Estados Unidos, acompañando a su esposa mientras hacía una maestría, se puso a estudiar un máster en Marketing en la Universidad de New York. Llegado el momento de la tesis, pensó en un negocio que tuviera que ver con una de sus grandes pasiones (la música) y creó Loog Guitars.  Lejos de dejarlo en una carpeta, logró financiarlo a través de crowfunding, y transformó su tesis en su empresa con el apoyo de poco más de US$ 65 mil, provenientes de personas de todo el mundo que creyeron que esas guitarras valían la pena.

Charly García, Emiliano Brancciari y hasta el mismísimo Paul Mc. Cartney tuvieron una Loog en sus manos. Sobre estas cosas y sobre cómo las guitarras y la música pueden servir de excusa para conectar con los hijos, hablamos con su creador, Rafael Atijas.

¿Qué rol ocupó la música en tu infancia y por qué creíste que podrías aportar desde ese lugar al mundo con tu trabajo?

La música empezó a ocupar un rol importante en mi vida cuando entré al liceo: ahí empecé a aprender, a tocar en bandas, a componer y a comprarme cientos de discos que me marcaron para siempre. La verdad es que durante años pensé que la música iba a ir por un lado y el trabajo por otro; recién con las Loog me pude dar el gusto de combinar las dos cosas y con el agregado además de que es algo para niños, y algo que hace bien en muchos niveles. Como toda actividad comercial, muchas veces es estresante y difícil, por lo que realmente valoro tener un trabajo que me dé satisfacciones más allá de lo comercial.

¿En qué otros niveles se enriquece un niño que toca un instrumento?

Cuando un niño toca un instrumento, no solo está adquiriendo la habilidad y el oficio de tocar ese instrumento, también está desarrollando otras habilidades cognitivas y no cognitivas como matemáticas, lenguaje, coordinación muscular, foco, creatividad, etc.

Ahora las Loog se producen en China y se venden online para el mundo. ¿Qué fue lo más sorprendente que te pasó, vinculado a Loog Guitars?

La verdad que con Loog nos pasan cosas sorprendentes todo el tiempo. Si tengo que elegir una, me quedo con la historia de Charly García -mi ídolo máximo- con las Loog: primero se la vio al hijo de Emiliano de NTVG en un recital de ellos en el que Charly estaba de invitado; nos enteramos que le había gustado y entonces este año le hicimos llegar una y después me llegaron unas fotos increíbles de él grabando en el estudio con su Loog. Y hace unos meses Paul McCartney tocó en Argentina y tuvo un encuentro con Charly y le llevó de regalo su Loog. Cuando me enteré de todo eso no lo podía creer.

¿Cuál es la diferencia entre una Loog y una guitarra común para niños?

Básicamente, es una guitarra que hace que sea fácil y divertido aprender a tocar música. Al tener solo tres cuerdas y un brazo angosto, es súper fácil formar acordes y tocar canciones, incluso para niños pequeños. Además, vienen con una App que tiene clases en video, afinador y un cancionero para aprender con canciones de Los Beatles, Los Rolling Stones, Taylor Swift, Bruno Mars y otros artistas. Otra diferencia es que las Loog vienen desarmadas: cuando un niño arma su propia guitarra, genera una conexión más profunda con ella. Es una experiencia que los ayuda a vincularse con el instrumento y entender cómo funciona. Y también es una experiencia que acerca a padres e hijos, que pueden armar su Loog juntos y compartir su amor por la música.

Se te ve muy presente en tu rol de padre, ¿qué momentos musicales compartís en familia?

Tenemos un tocadiscos (vinilos) y varios instrumentos en casa, así que por suerte la música está muy presente. Igual mis hijos se copan con la música para su edad y con hacer otras cosas también, así que tampoco es que los tengo todo el día escuchando Charly y los Rolling Stones.

Nota: Las Loog Guitars se venden a través de  www.loog.uy y también a través de la tienda oficial en Mercado Libre. Están en Boomerang, Gigante (la juguetería del ombú), y algunos locales de Palacio de la Música y Todo Música.

Por Carolina Anastasiadis