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Bebeteca: la biblioteca de los bebés

Hace unos días fuimos con Justina, mi hija de dos años, a una Bebeteca -una “biblioteca viva” para bebés-, que se desarrollaba en la Librería Espacio Dinámica de El Pinar. Sin saber mucho con qué nos íbamos a encontrar, llegamos junto a otros papás y bebés y nos sentamos haciendo un semicírculo en torno a Gabriela Mirza, la cantante y mediadora de las lecturas, el guitarrista Santiago da Rosa, y un canasto lleno de libros de todo tipo y color.

Más que un espectáculo se trató de una rica vivencia en la que los niños se movieron en el espacio con naturalidad, satisfaciendo su curiosidad por explorar los libros a través de la música, y deambular sin vergüenza entre grandes y chicos.

Gabriela paseó con sus melodías por los diferentes textos e imágenes que allí se encontraban, y los niños fueron guardando en su memoria estímulos suaves, lentos y coloridos, ideales para su edad.

Al llegar a casa pudimos seguir disfrutando de las canciones gracias a un CD que recibimos de regalo. Así que tras días y días de escuchar a Gabriela y los acordes de Santiago, la contacté para que ella misma les cuente de la propuesta. Aquí sus respuestas.

¿Qué busca promover la Bebeteca?

Nuestra propuesta apuesta a componer cálidas imágenes del vínculo de los humanos con los libros: un amor desatado hace años. Buscamos abonar ese vínculo en el interior de los que comparten ese momento, en especial de los bebés, pero no solo. Cuando estamos sumergidos en la crianza de nuestros bebés, habitualmente se nos produce un punto de inflexión temporal, el bebé que fuimos está en juego y en él toda nuestra historia familiar, también la inevitable proyección que hacemos con ese ser, que aparece conjugando su novedad con rasgos añejos de todos los que lo anteceden. Es un momento sensible, donde tenemos la posibilidad de recomponer mucho de nosotros como adultos, a la vez que construimos un nuevo comienzo.

Claro que no se juega el futuro de ningún bebé por ir a una bebeteca, solo buscamos colaborar en esas composición de imágenes potenciadoras en su registro, de las que se podrán valer cuando sea necesario. Para los adultos, crear un recuerdo de que su bebé está disfrutando de un libro que ellos le ofrecieron con la mejor intención, es algo que creemos que hace bien.

¿De qué forma intentan hacerlo?

Partimos de la base que ellos necesitan las mejores ilustraciones, los mejores textos, las mejores propuestas editoriales, las mejores melodías, la mejor ejecución que nos resulta posible a nosotros como intérpretes, etc. La complejidad de esta etapa nos parece que requiere las obras de mejor calidad (la que nosotros entendemos como mejor calidad), no buscamos simplificar las posibilidades por destinarse a bebés, más bien complejizar las enormes capacidades que se pueden abrir en esta etapa con los libros. Cuando hablamos de libros incluimos todos los juegos que nos posibilita el lenguaje.

A la par de elegir lo que nos parece mejor en cada elección e intención, buscamos ofrecer las mayores libertades posibles a los presentes, a todos. En especial a los grandes, cuanto más libres se sienten los adultos más distendidos están y esto favorece la reacción de sus bebés, los bebés leen a sus adultos y quieren estar en sintonía con sus queridos. La libertad, en general, creemos que crea climas más fructíferos. Compartimos también la posibilidad de calmar a sus bebés de la manera que acostumbran hacerlo: salir, entrar, agua, teta, una comidita, un paseíto, etc. Esto es una tranquilidad para los grandes.

Como textura del taller proponemos en el arranque enlentecer el espacio, tomar la palabra, cada nota, como un surco en el espacio, sin apuro, contemplarlo como a un atardecer. La lentitud es un contraste natural con la actualidad, esto nos facilita el comienzo.

¿Cómo lidiás con las situaciones que se generan cuando están haciendo el espectáculo? (son niños muy chiquitos)

No las lidiamos, las integramos, tomamos de ellas lo que se pueda para que juegue a favor. Siempre volvemos a la necesidad de estar nosotros lo más tranquilos posibles, esto implica no forzar. No forzamos lo que sucede, ni siquiera forzamos el uso de lo que preparamos especialmente para ese día, aunque nos dé lástima. Leemos el momento, lo que los bebés necesitan dentro de lo que podemos hacer, y en ese camino a veces cortamos en la mitad determinadas secuencias y tomamos otra ruta. Los bebés dicen lo que necesitan sin filtro, eso facilita nuestra lectura.

¿Qué ves en los niños? ¿Por qué algo especial para ellos?

En los niños lo que más veo son posibilidades, muchas. También vemos necesidad de ser con sus particularidades, desde muy chicos la expresión de su personalidad y preferencias quieren manifestarse, expresarse. Nos gusta entender a los bebés como merecedores de posibilidades, merecedores de conocer lo que nuestra cultura ha ido desplegando a lo largo de la historia. Los libros también son una síntesis de las elecciones que la humanidad ha ido creando para ellos. Compartir libros, canciones de cuna, narraciones con ellos también es hacerlos parte de nuestra sociedad.

Contacto: gabrielamirza@gmail.com

Nota: Esta experiencia se lleva adelante en diferentes espacios; la Biblioteca Nacional, museos, bibliotecas públicas, centros Caif, a través del MEC en las Ferias de experiencias culturales y artísticas para la primera infancia, y en los distintos lugares donde los convocan. Es para niños de 0 a 3 años.

Por Federica Cash

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