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¡Ojo con el sol!

Fran acaba de cumplir 6. Y además de su desfachatez, típica de hija menor a quien ya no le exigimos tanto, es la niña de los ojos azules. Al año y medio tuvo su primer control oftalmológico y desde ahí la recomendación fue clara: que esta niña use lentes de sol y que no sean de juguete.

Para mi sorpresa, encontrar lentes de sol de niño en ópticas no fue tan difícil como idear una estrategia para que no se los quitara cada cinco minutos en la playa. Pero con el tiempo lo logramos y confieso que aún en invierno, si hay un rayito de sol, ella sale con sus lentes. Los ama.

La salud ocular es algo a lo que se debería prestar atención desde la infancia y, en vísperas de la mejor estación del año, les facilitamos algo de información que nos brindó la Red de Ópticas Lenso, que seguro interesa a la hora de cuidar los ojitos de los más pequeños de la casa:

*Los lentes que sean de sol. Cuando hablamos de lentes de sol deben tener filtro para rayos UVA y UVB. A veces regalamos lentes con el dibujito animado del momento y no está mal, pero hay que prestar especial atención a que tengan realmente protección 100% a los rayos. De lo contrario, más que proteger, estamos colaborando con la dilatación de la pupila ante el lente oscuro y la luz entra más directa de esa manera. Y daña.

*El refuerzo del sombrero. A veces es difícil que los niños permanezcan con los lentes puestos. El uso de sombrero, además de cuidar la piel de la cara, protege también los ojos. ¡Es una medida de refuerzo importante para cuidar la vista!

*Lentes para el agua. Los baños en el mar o en la piscina irritan los ojos tanto por el cloro como por las bacterias. Y a los niños les fascinan los lentes de agua.  Que no falten en el bolso de playa o de club.

*Lentes grandes. Es fundamental que los lentes cubran toda la superficie del ojo del niño para lograr una protección total.

*Ojo la hora. Al igual que nos cuidamos la piel y no nos exponemos al sol en horas del mediodía, esa medida es buena para cuidar la salud ocular. ¡Y cuidado con las nubes! La resolana también lastima… y quema.

Al igual que cuidamos la piel de los rayos del sol, los ojos son órganos fundamentales que sufren daños irreversibles si quedan muy expuestos. Hay enfermedades como la maculopatía, que se relaciona con la exposición prolongada a los rayos UV y se da por acumulación. En la infancia no lo notamos, pero esos niños sin protección adecuada de su vista durante la niñez
son candidatos a usar lentes de receta de adultos.

Por Carolina Anastasiadis


Fuente: Lenso – Red de Ópticas // @redlenso

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