No voy a dar vueltas. Cuando quedás embarazada hay una cruda realidad que choca contra vos y rompe en pedazos el castillo encantado de la maternidad que a una le dibujan de chica cuando le regalan una muñeca. Hay cosas que nunca te dicen y muchas otras que te las dicen mal, por eso, en un acto de honestidad brutal –o bruta-, me decidí a rebatir cada una de esas premisas, para hacer sentir mejor a las embarazadas y mostrarles que, como siempre, la realidad tiene poco de perfecta, más allá que sea divina. “¡La panza es divina, vas a ver que luego la extrañás!”. La panza redondita y eso de “estás como si te hubieras comido un carozo” o “sos una víbora con un nudo” es mentira. A los ojos de otros y haciendo alguna magia con la ropa, podemos pasar por lindas embarazadas, pero lo cierto es que entre los 3 y los 6 meses de embarazo, en ropa interior, una se ve y se siente como un sapo. Más allá de los …