Amor a segunda vista
(O una historia de segunda vuelta, …con hijos) Para ser honesta, lo conocía de antes. Desde mis 12 años. Es amigo de mi primo y seguro compartimos alguna tarde de playa, cumpleaños o asados infantiles. Siendo más honesta aun, 30 años después, recordaba solo su nombre y no lo hubiera distinguido en la calle sin una previa búsqueda en google. Separada yo. Separado él. Una cuadra de distancia entre su casa y la mía. Mismo club y colegio nuestras niñas, los hilos estaban tendidos. Digamos que…el escenario estaba montado. Suena a novela romántica, pero déjenme advertir que las segundas veces son tan intensas como desafiantes. En las segundas vueltas, no hay casa ni familia en común. Por lo menos al principio. Hay amor. Nada más ni nada menos. Y el impulso inevitable de de-construcción de cómo queremos sea el amor y el sentido de familia, con la experiencia que se trae de la primera vuelta y el aprendizaje de ese porrazo del cual cada uno se ha levantado transformado. En las segundas vueltas, cuando tener …


