Comenzaron las clases y es tiempo de estudiar. Para aprender a hacerlo de la mejor manera, la maestra y psicopedagoga Carina Gersberg nos enseña Técnicas de Estudio. Estas estrategias se comienzan a utilizar a partir de 4º año de primaria.
¿Existe algo previo a 4º año que se pueda hacer para ir “abriendo la capacidad de aprendizaje?
Previo a esta edad, todo lo que se haga en favor de crear rutinas y hábitos en general otorga un marco fundamental para facilitar la adquisición de los hábitos de estudio. Desde que el niño es muy pequeño, en la etapa de educación inicial, aprende a organizar sus pertenencias, su material de trabajo y los tiempos para realizar diferentes actividades. Más adelante, cuando comienzan con los deberes escolares, es un momento propicio para generar un tiempo y un espacio dedicado especialmente a realizar estas tareas. Es bueno que desde pequeño se vaya acostumbrando a que hay un momento pautado para hacer los deberes.
¿Cuáles son las técnicas de estudio más efectivas?
Una técnica de estudio resulta efectiva cuando le permite al alumno apropiarse de esa información y lograr un aprendizaje significativo, esto es, duradero. La elección de la técnica va a estar directamente relacionada con el estilo de aprendizaje del estudiante. Hay personas que tienen un estilo más visual, esto es que captan y retienen mejor la información presentada en imágenes, dibujos, películas. Éstos se beneficiarán de técnicas como los esquemas, gráficos y el apoyo de imágenes. Necesitarán de subrayados y colores en la realización de sus resúmenes. Otras en cambio, que tienen un estilo auditivo de retener información, estudiarán mejor escuchándose leer, o a través de la lectura de otro, hablando sobre lo que leyeron y comentándolo con otros. Muchas veces necesitan repetir en voz alta lo que intentan memorizar.
Las clásicas técnicas que todos conocemos son el subrayado, hacer esquemas, etc. ¿Hay algo más moderno?
Como novedad se incorporaron algunos métodos que funcionan en combinación de algunas técnicas. También se incorporaron al aprendizaje los medios audiovisuales. En internet existen un gran número de recursos, desde enciclopedias en línea, hasta tutoriales de determinados temas en youtube. Hoy en día los estudiantes estudian con la computadora al lado, consultando enciclopedias, diccionarios, videos en la web de forma casi instantánea. Incluso se forman grupos de estudio a través de las redes sociales.
¿Cómo se puede ejercitar la memoria del estudiante?
Existen varios tipos de memoria. La memoria a corto plazo, la de largo plazo, la memoria auditiva, la memoria visual, entre otras. Todas ellas son importantes en el proceso de aprendizaje y pueden ejercitarse en los niños desde muy pequeños. Resultan útiles los juegos Memory, en los que hay que encontrar parejas de dibujos, así como los de Simon, en los que se debe repetir una secuencia de colores y sonidos. La memorización de rimas, adivinanzas, trabalenguas y canciones también son un rico recurso. Así como la lectura de cuentos y la realización de preguntas sobre ellos.
¿Qué cosas no sirven a la hora de estudiar? ¿Cuáles son los errores más frecuentes?
Uno de los errores más frecuentes se da cuando el alumno intenta estudiar información que no comprende. Toma un texto que le da el maestro o el profesor, incluso muchas veces resúmenes de otros compañeros e intenta memorizarlo, sin previamente haber trabajado con ese material. Cuando esto ocurre, la información se olvida rápidamente y se gasta mucha energía mental en memorizar cuando se podría aprovechar en comprender, lo que termina resultando más útil. También es equivocada la idea de que estudiar una gran cantidad de horas de corrido garantiza resultados. Resulta mucho más productivo el estudio secuenciado, de por ejemplo dos horas diarias, que estudiar una vez 8 horas. Hay que dar el tiempo a consolidar lo que se aprende.
¿Qué podemos hacer los padres para favorecer el estudio de nuestros hijos?
Es mucho lo que los papás y mamás pueden hacer; lo primero y fundamental es demostrarles a los hijos interés por lo que hacen. Si se muestran interesados, transmiten la importancia que tiene el estudio en la familia. También resulta importante demostrarles confianza en sus posibilidades, que creen en ellos y que con esfuerzo pueden lograr lo que se propongan.
Proporcionarles un ambiente adecuado para estudiar, preferentemente un lugar con buena iluminación y ventilación, con mobiliario acorde, donde pueda tener al alcance los materiales que precise y que esté lo más libre de distracciones posible (ruidos de la calle, televisión, teléfono, etc.).
Establecerles un horario fijo para estudiar y ayudarlos a organizar su estudio; planificar con ellos las horas que le dedicarán a cada tema, a cada pregunta. Monitorear el cumplimiento de este plan; permitirles modificarlo.
Recordar que el rol de los adultos debe ser el de acompañar, de guiar el estudio. Muchas veces lo que ocurre es que el papá o la mamá toma un papel protagónico en el estudio, es quien le lee o le hace los resúmenes, por ejemplo. Es importante ser conscientes que con esta actitud no le estamos fomentando el hábito y la forma de estudiar, sino mayor dependencia.
Como padres, es conveniente vigilar la alimentación y las horas de sueño. Esto es vital para el buen funcionamiento del cerebro. Una correcta alimentación y una buena calidad de sueño favorecen el aprendizaje. Existen estudios que comprueban que lo que se aprende se consolida en las primeras horas de sueño, y que durante las horas de sueño, se selecciona y se descarta información.
Por: Carolina Anastasiadis / Edición: Federica Cash