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Una guía de utilidad

Mariana Álvarez es periodista y mamá de Francisca, una niña de 4 años. Un día levantó a su hija del jardín y notó que tenía unas manchitas en la piel. Llegó a la casa y buscó en internet “manchas rojas en la piel niño”. Dentro de los primeros resultados leyó “Niño de cuatro años muere tras una fulminante sepsis”. Lo que su hija tenía era una dermatitis y lo que ese niño había sufrido era una meningitis con manchas hemorrágicas en la piel.

Google es una fuente que las mamás tenemos a mano, pero muchas veces no sabemos cómo buscar, por eso viene bien un libro que resulte confiable para sacarnos las dudas frecuentes por las que siempre pasamos. ¿Por qué llora? ¿Qué es un impétigo? ¿Y el broncospasmo? ¿Cómo sé si el sarpullido es algo superficial o algo más grave? Esas y otras preguntas son respondidas por Mariana en Guía Tu Salud. Los cuidados del niño de 0 a 12 años, un libro que es el primero de 4 tomos. A fin de año se presentará “Los cuidados del joven”, y en 2018 saldrán “Los cuidados del adulto” y “Los cuidados del adulto mayor”.  

Sos mamá y periodista. ¿Cuál fue el disparador para escribir el libro?

Lo quisimos hacer con las preguntas frecuentes que tienen los padres, respondidas de manera muy clara y concisa. Ahí sin duda incidió mi experiencia como madre… Me fui acordando de las listas de preguntas que siempre le llevaba a la pediatra de mi hija, de las distintas dudas que tuve en estos años, que obviamente coincidían con las preguntas que permanentemente escucha la pediatra Micaela Giovanetti en la consulta. Ella estuvo a cargo de la supervisión técnica de los textos. Si bien es cierto que cada niño es diferente, también es cierto que todos los padres tenemos más o menos los mismos miedos, que todos los chicos se resfrían, tienen gastroentetitis, dolor de cabeza, otitis y les sale algún sarpullido.

El libro tiene tres grandes patas. Primero, la prevención: dar las herramientas para crear hábitos saludables en alimentación, sueño, higiene y ejercicio lo antes posible, y consejos para prevenir incidentes como caídas, quemaduras o intoxicaciones. Segundo, la vigilancia del desarrollo: qué es esperable a cada edad y cuándo consultar. Tercero, repasar cuáles son las enfermedades frecuentes, reconocer sus síntomas y sus señales de alerta. Esto es fundamental para saber cuándo tenemos que llamar o ir a la emergencia, y cuándo no debemos preocuparnos.

Las mamás vamos a google cuando al nene le pasa algo… y a veces puede desorientarnos en cuanto a lo médico. ¿Qué páginas de consulta son confiables y recomendás a las mamás?

En internet podemos encontrar todo y todo mezclado. Pautas de los organismos de salud, mezcladas con remedios naturales, con noticias de casos trágicos y foros de madres. No es que internet no tenga información confiable. Es que muchas veces no sabemos dónde buscar, en qué sitio confiar y en cuál no.

Como primera recomendación, https://www.healthychildren.org, que es de la Academia Americana de Pediatría. Es muy completa y está escrita para padres, o sea que es entendible para todos. También la web de The Nemours Foundation’s Center for Children’s Health Media, kidshealth.org, y MedlinePlus, de los Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU., medlineplus.gov. Hay muchas otras, pero estas son una buena base, están en español y bien claras para alguien que no estudió Medicina.

Tocás temas médicos frecuentes para las mamás. ¿Te encontraste con respuestas no acabadas respecto a algunos temas? Es como que siempre hay libritos distintos para curar algunas cosas y con el tiempo, hasta los médicos cambian de opinión.

Todo el tiempo. Hay muchísimas recomendaciones que han ido cambiando con el tiempo. Y por suerte es así. Se van haciendo nuevos estudios y se encuentran nuevas y mejores maneras de hacer las cosas.

Algunas abuelas todavía recomiendan que el bebé duerma de costado o boca abajo, por si vomita. Y desde hace años se sabe que los bebes deben dormir boca arriba. A partir de una campaña en EE.UU., que se llamó “Back to sleep”, se redujeron drásticamente las cifras de muerte súbita.

Otro ejemplo es la introducción de los sólidos en la alimentación, a partir de los seis meses. Cuando mi hija era beba, la pediatra me dijo que el huevo iba a los 9 meses y la frutilla al año. En las nuevas Guías de alimentación del MSP se recomienda incorporar todos los alimentos a partir de los seis meses, porque se comprobó que introducirlos en la alimentación más temprano (de a uno y en pocas cantidades) reduce el riesgo de que desarrollen alergias.

Otro ejemplo: antes se le daba a los bebés anís estrellado para calmar los cólicos. Hoy está contraindicado, porque se sabe puede provocar alteraciones neurológicas graves. También antes se desinfectaban las heridas con yodo, alcohol o agua oxigenada. Hoy se recomienda sólo lavarlas con agua y jabón, porque esas sustancias pueden irritar todavía más la piel lastimada.

Seguro va a haber nuevos estudios y seguro van a seguir cambiando algunas pautas. Pero me parece importante estar actualizados, guiarnos por la evidencia científica y no por la tradición o la intuición.

Hablás del TEA, un trastorno que ha aumentado en los últimos años. ¿Pudiste descubrir por qué? ¿O cuál puede ser la razón? 

Este conjunto de trastornos es un tema muy amplio, que daría para hacer un libro aparte. En “Guía tu salud” sólo hay una aproximación: qué son, cuáles son los síntomas y cómo se diagnostican, para que los padres estén atentos si aparece algún indicio en su hijo. Respecto a las causas, todavía no se conocen, aunque se cree que están vinculadas a la genética y a factores ambientales. Por otra parte, antes se diagnosticaban sólo los casos más severos; hoy también se diagnostican chicos con síntomas muy leves. Por ende, hay más diagnósticos.

¿Qué valor creés que encontrarán las mamás en tu libro?

Es una guía muy útil, a la cual podés recurrir en diferentes momentos, según las dudas que vayan surgiendo. Tiene información confiable, avalada por médicos, escrita de manera bien sencilla y concisa.

Por supuesto no sustituye la consulta con un pediatra, pero te puede dar un panorama claro de cuándo debés llamar a la emergencia, con qué síntomas no debe ir a la escuela, cuándo podés esperar uno o dos días para que lo vea su pediatra o cuándo te debés preocupar por un dolor de panza o de cabeza.

El capítulo dedicado a “Alertas y primeros auxilios” tiene la información que todos los padres deberíamos manejar: qué hacemos si se atraganta, si tiene convulsiones, si se quema, si se intoxica. Lógicamente, ante un accidente lo primero que debemos hacer es llamar a la emergencia. Pero saber cómo actuar mientras esperamos ayuda puede ser determinante.

 

Por Carolina Anastasiadis

Nota: El libro se encuentra en librerías por $ 590

 

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