All posts tagged: Carolina Anastasiadis

Rafa Guerrero: «Se aprende a amar sintiéndose amado»

Entró a la psicología de manera inconsciente, aunque con el tiempo notó que tenía mucho que ver con sanar su propia historia. Este español, experto en psicología infantil tuvo una infancia difícil y hoy se siente feliz de poder aportar y ayudar a familias a vivir mejor. Llega a Uruguay por primera vez, aunque sus libros están en librerías hace años. Algunos de ellos son “Trauma”, “Menudas rabietas”, “El cerebro infantil y adolescente”. Erudito en apego,trauma y disciplina positiva, es categórico al afirmar que la sociedad actual sufre de una epidemia silenciosa de trauma, que el 90% de las veces no la vemos por estar normalizada, aunque se manifiesta en síntomas como la ansiedad y otros males de época. Porque el trauma siempre “se nos queda en el cuerpo”. De la mano de Faros Experiencias, el 23 de octubre estará en el Opta Coliving Punta Carretas con “Límites que abrazan”, una conferencia sobre la importancia de los límites, el arte y oficio de poder marcarlos de manera amorosa, sobre trauma y por qué, para estar …

Saná, hacele un bien a todos

Cuando una mamá se pone a leer sobre emociones, más que para ayudar a sus hijos, lo hace para salvarse a sí misma. Y está bien. Existe un egoísmo positivo. Con la llegada de los hijos, tenemos la excusa perfecta para ponernos a indagar en ese mundo, para explicar berrinches o vaivenes emocionales, para adquirir herramientas para acompañarlos, y mientras nadamos en tanta información, nos entendemos nosotras un poquito más. Y al final nos gusta; hay alivio en comprenderse. Y pocos placeres más grandes que el que se descubre al auto-conocerse. Estudio hace años sobre emociones, sobre cómo se van “cableando” en nuestro cerebro a partir de las vivencias, sobre qué podemos hacer para gestionarlas de una manera que brinde bienestar para todos en la casa, en fin. Estudio. Me pongo a prueba. Erro y vuelvo. Las entiendo, veo su origen o disparadores, muchas veces los abrazo y otras muchísimas veces caigo en su trampa. Como mamá, soy humanísima. Conocer de emociones y conocerse uno mismo implica también –más cuando somos padres-, buscar sanar. Sobre …

Una Mamá en tiempos de coronavirus

Me lavo las manos, desinfecto el teclado y con un alcohol en gel al lado del mate escribo este post. Esta vez no pongo música. Con mis hijas sin colegio, en una casa pequeña, ruido más ruido solo aumenta el caos. “Mamá, en los campamentos, ¿dónde se baña la gente y dónde hace pis?”, pregunta Alfonsina (de 6 años), totalmente desnorteada ante tanto cambio, pensando escenarios posibles a un tipo de vida que ella, por su corta edad, jamás da por sentada. No entiende mucho. Hasta ayer “la vida” era ir a clase 8 horas, club un par de veces a la semana, parque y amigos. Hoy la vida diaria es en casa, no sabemos hasta cuándo y ningún berrinche cambiará la situación. Ni suyo ni mío. Así que acepta, con la sabiduría de quien no hace juicios sobre lo mejor o peor –porque tampoco depende de ella decidir otro escenario-, porque vive en el ahora y ahora mismo puede respirar, jugar, comer y estar con su hermana y sus papás. Ni siquiera pediría más. …

Naturaleza inspira

Cada vez que está por llegar el verano ansío con fuerza la hora de sacarme los zapatos y pisar  y oler la arena por varios días. Lo imagino y empiezo a sentirme bien. Amo andar descalza y siempre que me aseguro una temperatura que no genere hipotermia lo hago en invierno también, cuando encuentro pasto cerca. Hay algo de libertad y de descarga con la tierra que no entiendo bien pero sé que necesito. Tiempo atrás en el programa de radio donde trabajo entrevistamos a la fotógrafa Tali Kimelman por su proyecto Baño de Bosque en el Arboretum Lussich. Antes de esa nota, me puse a investigar de qué se trataba eso de “bañarse” en el bosque, un concepto que a priori me parecía raro. Enseguida encontré información, al parecer es una práctica no tan peculiar en otros lares. Proviene de Japón (allá se llama Shinrin Yoku) y básicamente consiste en pasar un tiempo en un bosque o en cualquier lugar con naturaleza abundante porque está probado el bienestar que trae para la salud; algo …

10 cosas que aprendí de mis hijas

Entre las dos y las tres de la tarde, unos pajaritos revolotean en la ventana de la cocina. Los escucho, cantan. Creo que siempre lo hicieron, pero hace pocos días que presto atención. “Shhh, ¡escuchen!” les digo a Alfo y a Fran. Miran atentas hacia la ventana pero no hay nada. “No miren, ¡escuchen!”, insisto. Se acercan despacito, con las manos en las orejas como queriendo agudizar el oído y logran escuchar el alboroto. “¿Nos cantan a nosotras, má?”. Me río. Por dentro, me regocijo del descubrimiento y de haberlo compartido. Desde que nos mudamos y podemos ver el mar también buscamos adjetivos para el agua cada mañana. “¿Cómo está el mar hoy?”. Mi pregunta abre el juego mientras la chiquita de tres años apenas puede abrir los ojos ante tanta luz y la grande mira con cara de “no me molestes tan temprano”. “¡Está picado!” dice Fran que mira con medio ojo abierto. “¡No! Está con olas”, pelea la mayor. Y yo lo disfruto. Las disfruto. Estos días vengo con una idea rondando en …