El difícil equilibrio
Por María Fernanda Normey –mamá real y lectora del blog- La maternidad te da una cachetada, te mueve la estantería, y te da vuelta las prioridades. Cambia el vínculo con tu pareja, con tus padres y hasta con tus suegros. Al menos al principio, pero eso es terreno de psicólogos. Una de las cosas que cambió para mí fue el vínculo con mi trabajo. Desde chica me inculcaron que estudiar era lo primero, así que a mis tiernos 24 años ya había terminado la carrera. Luego, dediqué varios años a mejorar en mi profesión, poniendo toda mi energía y dedicando largas horas a trabajar, adquirir experiencia y aprender en el camino. Hasta que pasados los 30 empecé la búsqueda de algo más grande: los bebés. Los míos tardaron un poco, y con algo de ayuda de la medicina llegaron… y llegaron dos al mismo tiempo. ¡Bruta cachetada! Con ellos me enfrenté a un nuevo trabajo, para el que no había estudiado, ni tenía experiencia pero siento que estaba preparada desde hacía mucho más años: el …