Con más o menos glamur, en Punta, Piriápolis o en Shangrilá, 15 días o un fin de semana, con toda la familia o con parte de ella, tarde o temprano, todos nos tomamos VACACIONES.
El tema está resuelto cuando uno va a una casa de playa y entonces entre la playa, los planes de desayuno, almuerzo, merienda y cena, y alguna que otra visita, el tiempo pasa (siempre que el clima acompañe, claro). Pero cuando estamos de regreso, y en Montevideo faltan todavía algunas semanas para llegar a marzo y que los niños empiecen las clases, a veces necesitamos ideas.
Este verano leyendo el libro Todo sobre tu Hijo de la Psiquiatra Natalia Trenchi encontré una idea que me pareció buenísima para implementar en casa. Ella sugiere a los papás armar una Caja anti-aburrimiento; una caja real en donde poder poner a lo largo del año papelitos con las cosas que a los niños les gustaría hacer pero que en esos meses de escuela, liceo y otras actividades no pueden.
Si el niño ya escribe, las frases o las ideas las puede escribir él mismo, de lo contrario los papás podemos ser quienes vayamos alimentando la caja con ideas nuestras o sugerencia de ellos. Ej: visitar el zoológico, ir a alguna plaza que está más lejos, hacer una receta de cocina con la abuela, leer un libro, visitar familiares que no vemos tanto, etc.
Esta cajita anti-aburrimiento oficiaría de ayuda memoria para el niño y sirve para que ellos mismos aprendan a prevenir y solucionar su propio aburrimiento con la inspiración que les sobra durante el año y que durante las vacaciones tienen agotada.
Comparto tres ideas más de la Psiquiatra Natalia Trenchi que me parecieron interesantes para pensar y que los papás hagamos autocrítica… Ella habla de algunas situaciones frecuentes en las familias que deberíamos tratar de cambiar. Aquí les presento tres:
No saber/no querer poner pausa. A veces a los papás nos cuesta parar, desconectarnos, dejar el celular. Eso influye en la salud personal y familiar. Aprender a cortar, dejar el celular y ESTAR presente con los hijos es el mejor mensaje y enseñanza que podemos darles. Si los padres siguen atados al trabajo en vacaciones, el mensaje es: me interesa más el trabajo que el tiempo contigo/en familia. Mi prioridad es el trabajo, AUN en vacaciones.
Idealización: Lo que no tengo vs. Lo que tengo. Siempre hay una idealización de las vacaciones porque recibimos mailings de agencias de viajes o vemos playas paradisíacas en las publicidades de las revistas, entonces naturalmente asociamos las vacaciones a playas impresionantes o lugares exóticos. La realidad es que la media de los uruguayos, cuando se puede ir de vacaciones, lo que vive es bien distinto. Por eso Trenchi en ese libro dice que el espíritu de vacaciones no debería depender ni del lugar ni del dinero que se gaste; que deberíamos poner el foco en lo bueno que es hacer uso de eso que en invierno no tenemos: ¡libertad total con el tiempo!
“Todo vale”: ¡ojo con los excesos! En verano estamos más tentados con los excesos. Dormimos más, comemos más –¡y peor!-, nos vestimos distinto –si nos vestimos-, y cambiamos algunos hábitos. Trenchi explica que está bien cambiar algunos hábitos, pero cuando hay hijos presentes junto a nosotros, hay que saber que siempre estamos dando el ejemplo. Por eso no está bueno transmitir con nuestros hechos el “todo vale”, exceso, descontrol. ¡Qué bueno no poner despertador!… pero ¿dormir todo el día? Que la frase “son vacaciones” no sea permiso para cosas que son incorrectas.
Y por último, algo vital a tener en cuenta: las vacaciones tienen fin. Cuando eso pasa, según los psicólogos y los referentes en crianza, como papás debemos significar esa vuelta a la rutina de manera positiva y animosa, para que ellos no entiendan que el trabajo es “tortura” o “castigo”. Las palabras que ponemos nosotros sobre el trabajo, la casa y la rutina, son determinantes a la hora de cómo ellos significan cada una de esas cosas. Hecha mi autocrítica y luego de haber cambiado algunos pequeños malos hábitos (¡con otros lucho aún!) les paso la posta. Espero estos apuntes les sean de ayuda.
Por Carolina Anastasiadis