“Tuve un embarazo tranquilo pero cuando me internaron, me llamó la atención que nadie venía a preguntarme cómo me sentía. Tenía un montón de visitas médicas pero todas apuntaban al bebé y ante esa sensación de que algo faltaba para sostener a las mamás, empecé a indagar y a dedicarme a esto, por entender además que a nivel emocional suceden muchas cosas con la maternidad”, cuenta Yeni Lacerda, psicóloga y mamá de una niña de 3 años y de un varón de 5 meses.
Nos conocimos en tiempo de pandemia a través de las redes sociales y esos sabios algoritmos que te vinculan con cuestiones de tu interés. Su experiencia sintonizó directamente con Mamás Reales porque nosotras empezamos este blog un poco como forma de hacer catarsis y compartir –para alivianar, tal vez- todo eso que nos pasó cuando quedamos embarazadas y una vez que nos encontramos con el bebé en casa. Ante la sensación de “¡Socooorrro!”, el blog nos pareció una manera menos ruidosa (aunque no por eso silenciosa o menos efectiva) de dar con otras voces para contenernos entre todas. Eso que dicen es “sororidad”…o comunidad.
Yeni junto con sus dos socias, la psicóloga Ana Aguirre y la psiquiatra Inés Acosta tuvieron un proceso similar y terminaron creando Gestando, uniendo su formación profesional con la experiencia de sus propias maternidades. En otros países, y según nos contaron las ideólogas de este espacio, existe lo que se llama “cure” (vinculado a los controles médicos) y lo que se llama “care” (vinculado más al acompañar). Gestando apunta más al care, aunque integra ambas partes.
Desde su espacio se ocupan de la salud mental perinatal, algo que realizan desde hace tiempo en el Hospital Policial. Acompañan a las mamás en el embarazo, en el puerperio y en la crianza, pero además tienen grupos donde trabajan codo a codo con el personal que cuida y atiende a las mamás.
Si sos mamá, estás embarazada, acabás de parir y sentís esa soledad honda en tu casa,…si sos un vaivén emocional con panza y no entendés por qué; está todo bien. Esa es la buena noticia. A todas nos pasa. Y hay gente especializada que puede tenderte una red donde reposar un rato. Acá te contamos quiénes son y cómo podrían darte una mano.
¿Qué implica cuidar la emocionalidad de la mamá?
Inés: Nosotras trabajamos, por un lado, con la promoción de la salud mental y acompañamiento de situaciones sanas y esperables y también con las “sorpresas” que pueden darse ya sea en el embarazo como en el parto. El embarazo y la maternidad en sí, por más que vayan bien, no dejan de ser una etapa de la vida de enormes trasformaciones, miedos, cambios, incertidumbres. Se viven muchos cambios en el cuerpo pero también hay cambios neuro-psíquicos hormonales, y lo afectivo se ve alterado también por lo que se viene, esa cierta ambivalencia que una siente.
También a veces detectamos factores de riesgo, de mayor vulnerabilidad. Desde Gestando tratamos de contemplar a todo el sistema familiar, a la mamá, a los hermanitos si los hay, al papá y todo el núcleo lo más extendido posible.
Yeni: A veces nos encontramos con mamás que durante el embarazo están expuestas a mucha información que circula, y vemos que muchas refieren a esa cierta presión de estar haciéndolo todo bien. Hoy para criar hay tantas versiones y teorías que a la embarazada la hacen sentir presionada. Si comiste bien, si hiciste clases de pilates, de yoga, si leíste o no leíste. Como terapeutas de la salud mental, nos importa que la mamá escuche y vea, pero que integre de todo eso lo que tiene que ver con su propia emocionalidad, con su vida y su forma de querer las cosas; ayudarla a construir una mamá distinta, su propia versión de mamá. Para eso evidentemente hay que revisitar algunas historietas previas, de nuestras mamás y estilos de aprendizaje que hemos tenido, para construirnos una versión bien diferente.
Según su experiencia de acompañar a las mamás, ¿la soledad llega con el puerperio o empieza antes?
Yeni: En el embarazo también se siente la soledad, no solo en el puerperio. A veces sos la primera mamá embarazada en tu grupo de amigas y en los grupos de mamás no existe esto de decir “a mí también me pasó; yo también tuve hemorroides”, u otro tipo de cosas que no está bien compartir. No hay tantos lugares para validar esa emocionalidad, por eso el trabajo a nivel grupo de mamás es espectacular. Siempre hay historias previas y esos espacios para revisar y poder entender cuánto estoy siendo lo que quiero ser o cuánto estoy replicando historias que no son mías, hace que vayamos más livianitas al encuentro con ese bebé.
Inés: El embarazo es una etapa de transparencia psíquica, porque hay cuestiones hasta más infantiles que se reactivan y reviven y es un período de mucha plasticidad cerebral para que la madre pueda trabajarse.
Está muy estudiado con imagenología lo de los cambios del cerebro de la mamá en el embarazo y la etapa de crianza. Son cambios que van preparando a esa mamá para la nueva disponibilidad y cuidados que va a necesitar dar.
Por otra parte, hay un montón de estudios nuevos que muestran cómo a través de la leche materna pasan células de la mamá hacia el bebé que se instalan en distintos órganos de ese bebé y, a su vez, durante el embarazo, lo que se llama el microquimerismo, hay células del bebé que atraviesan la placenta para hospedarse en distintas zonas de la mamá, especialmente en el cerebro. El cerebro de la mamá cambia para poder responder a las nuevas necesidades del bebé y a la respuesta sensible que esa mamá va a tener que brindar a ese ser que es absolutamente dependiente física y afectivamente.
Hoy los terapeutas establecen con los padres y madres una especie de vínculo de apego para que de alguna forma puedan ser esa base segura a partir de la cual la mamá y el papá puedan salir a explorar su emocionalidad, cuestiones que no están marchando bien o no están del todo resueltas o que puedan estar interfiriendo en alguna situación.
¿Qué pasa con las hormonas y la emocionalidad en el embarazo? ¿La mamá se autorregula o tiende más a “enloquecer”?
Yeni: Es una montaña rusa. Hay un componente hormonal, eso de estar súper contenta y activa por momentos y de bajonearse, estar triste y no saber bien por qué un ratito después. Además de lo hormonal, el embarazo y la maternidad son de las experiencias más intensas que una pueda vivir, eso sumado al temor, la incertidumbre, la ansiedad, hacen a un perfecto combo de emociones.
¿Qué tanto ayuda conversar sobre esa emocionalidad estando embarazada y en el posparto?
Yeni: Importa validar y desculpabilizar. Cuando las mamás se enteran de algunas cosas les genera alivio; también alivia saber que a todas les pasa, que es normal. Eso sumado a conversar cuestiones que tienen asidero científico como que en verdad te cambió el cerebro, hacen que entiendas ese ida y vuelta en las emociones. Colabora incluso para explicarle a las parejas, para que ellos entiendan también y sepan acompañar. Pueden hablar y escucharse desde otro lugar, por eso son tan importantes esas instancias y hacer visible estas cosas.
Inés: Las mamás durante el embarazo y en el pos se estabilizan o se desestabilizan por todos esos cambios hormonales y además, como comenté antes, el cerebro en esa etapa se transforma igual o más que en la adolescencia. A nivel hormonal, así como empieza a aparecer más secreción de hormonas que predisponen a esa madre para la protección, el cuidado, el amor y la sensibilidad, también la hacen más sensible a todo. Lo que sí está muy silenciado es que tanto en el embarazo como en el puerperio, muchas veces, trastornos psicopatológicos como una depresión o ansiedad se profundizan porque una está más vulnerable. Por supuesto que eso es multifactorial, depende de lo genético, de la historia afectiva, de las circunstancias de vida y de otro montón de cosas, pero es un momento de la vida de prueba, donde puede aumentar la predisposición a tener algún trastorno de ese tipo. Por eso la importancia de estar atentos.
En Gestando acompañan a las mamás en la previa, en el durante y en el posparto. ¿Cómo fue o es acompañar a mamás con puerperio en pandemia?
Yeni: Ahora en pandemia surgió el grupo psicoterapéutico para acompañar a mujeres en etapa de puerperio en la red; la red de la red. Fue muy sorpresivo, porque tener un bebito de un mes y tener el tiempo para irte a un lugar 2 horas, no era fácil, así que esto del espacio que haya ido a la casa de las mamás fue algo bueno que trajo la pandemia, porque puerperio y pandemia fue como un aluvión de complejidades para muchas. El espacio se transformó en un lugar de nutrición, en donde tratamos de contrarrestar ese estado de insatisfacción que genera a veces la hiperrealidad, tanta información, esa brecha permanente entre lo que esperamos y lo que es, eso de sentir que siempre podías haberlo hecho diferente y mejor.
El sostén es en eso, vamos guiando, porque no se trata de decir qué es lo que hay que hacer y qué no, sino acompañar el camino de cada una. Hay muchos espacios donde la mamá escucha mucho, pero pocos donde puede hablar e integrar lo que le pasa.
Por Carolina Anastasiadis