Ya hemos hablado de la importancia de leerle a los niños desde la cuna, de que manipulen ellos mismos los libros -que ahora vienen de tela, goma ¡y hasta con sonidos!-, que cualquier aproximación a la lectura, por más tímida que sea en la infancia, siempre es un buen paso hacia una adultez enriquecida.
Por todo eso celebramos la llegada de “Mi primer”, una nueva colección que busca estimular el lenguaje y la curiosidad en la primera infancia. Lo distinto a todo lo que hemos visto por ahí es que es la primera colección para niños bien pequeños, realizada por autores e ilustradores nacionales (Cecilia Curbelo, Susana Olaondo y Verónica Leite).
Son libros chiquitos, de puntas redondeadas, con lenguaje súper sencillo y que tratan temas cotidianos como el juego, los mimos, el sueño, el baño o la alimentación. Son lindos, didácticos y excelentes disparadores para hablarles a ellos cuando a los papis –por cansancio o falta de imaginación- es de noche y nos faltan algunas palabras.